-¿Ha cambiado la relación con la oposición?
-En las últimas elecciones el PP perdió ciudades y villas importantes, de más de 10.000 habitantes, y aquí se mantuvo en la alcaldía. El error de la oposición, sobre todo del PSOE, es llevar la política a niveles personales. El alcalde puede y debe soportar las críticas; pero nunca se debe de caer en lo personal. El alcalde debe templar gaitas y no responder con la misma moneda. Yo, como alcalde, no firmé nada que no estuviese avalado por los servicios del Concello.
-¿Ha cambiado la dialéctica gobierno-oposición en los plenos de la corporación?
-No quiero entrar en temas personales. Los plenos son distintos porque la sociedad es distinta. Quien mejor lo refleja es el PSOE: no se viene a hacer política como antes. Agradezco que el BNG, ahora con Félix Jorquera, siga la misma línea de antes.