Una estación de bus fantasma en Vilalba: ni entrada principal, ni taquillas, ni bar
VILALBA
Los planes para dar nuevos usos al edificio están parados y las instalaciones presentan muy mal aspecto
13 nov 2023 . Actualizado a las 21:25 h.La estación de autobuses de Vilalba parece un decorado fantasma. La puerta principal está cerrada, y los que quieren acceder al edificio deben entrar por la de atrás. Las taquillas no funcionan desde hace tiempo, y un cartel avisa a los viajeros de que los billetes se despachan en el autobús al que se suban. El bar tampoco funciona, y la parte que ocupa dentro de las instalaciones es una gran mezcla de abandono y de desorden.
Los servicios están abiertos, y un colchón colocado en el suelo del de hombres parece indicar que alguien usa o ha usado esa zona para abrigarse. Las instalaciones (inauguradas en el verano de 1991, con una placa en la entrada principal que recuerda ese día) llevan años con poco uso, escaso mantenimiento y planes de nuevos usos que no terminan de concretarse.
La posibilidad de dedicar las instalaciones a otros usos ha aparecido varias veces en el debate político local en los últimos años, aunque sin avances. La alcaldesa, Elba Veleiro, se reunió con el delegado de la Xunta en Lugo, Javier Arias, en febrero del 2020, y expuso la idea de construir en ese espacio un centro de día. Si el acuerdo fructificaba, el terreno se le cedería al Concello, que antes lo había cedido a la Xunta precisamente para que se construyese la estación de autobuses.
En la primavera del 2021, sin haberse desarrollado ese proyecto, diversas organizaciones, entre ellas el PP y Vilalba Aberta, plantearon que se utilizasen fondos del plan de recuperación para la construcción de un centro de día, sin especificarse la ubicación concreta que debería tener el servicio. Tampoco se avanzó en esa idea. Mientras tanto, el deterioro de la estación continuó, e incluso, en el verano del año pasado, fue objeto de actos vandálicos, según fuentes de la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade.
La posibilidad de dar nuevos usos sigue presente. La Consellería de Infraestruturas e Mobilidade se muestra abierta a ceder las instalaciones y a construir una parada que sustituya a la actual estación. No obstante, todavía necesita, según explicó el miércoles el gabinete de prensa de ese departamento, que el Concello autorice la construcción de esa marquesina. La obra supondría una inversión de unos 40.000 euros.
La nueva parada tendría unas dimensiones mucho más reducidas que la estación. Según el citado departamento de la Xunta, sería suficiente por el poco tránsito de viajeros en estos momentos: solo pasan 50 al día personas, según la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade.