La creció durante el año pasado un 10 % Hay consumidores que están dispuestos a para hacerse con alguno de los pares más exclusivos del mercado
21 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Ni el más sesudo gurú del lujo se imaginaría que los pies más opulentos del planeta calzarían zapatillas y que este producto, anteriormente reservado para deportistas, se convertiría en el objeto de deseo de todos los templos de moda. No lo pensaban. Pero ha sucedido.
Hasta en la alta costura calzan zapatillas de deporte. Las sneakers compiten de tú a tú con los estilizados tacones o los icónicos bolsos y ya son parte importante del motor del lujo en todo el mundo. Las marcas se han dado cuenta y cada año saltan al ruedo con todas las armas para competir con los más grandes y conseguir que la suya sea la mejor zapatilla del año.
Según la consultoría Bain&Co, la venta de deportivas creció durante el 2017 un 10 %, consiguiendo aunar unas cifras de negocio de 30.000 millones de euros. Al otro lado de la balanza, los tacones, que cayeron al mismo ritmo que la versión más cómoda para los pies.
El despunte de las ventas que ha provocado esta nueva moda tiene ya unos claros vencedores. Las grandes del sector del equipamiento deportivo se frotan las manos mientras analizan sus números, que en los últimos años se manifiestan en color verde. Nike facturó en el último ejercicio más de 17.000 millones de euros solo por la venta de zapatillas. Adidas tampoco se puede quejar. Los números de la marca alemana se situaron en los 12.000 millones de euros, unas cifras en las que incluyen las ventas de Reebok, marca por la que pagó 3.100 millones de euros en el año 2006 con el objetivo de conseguir competir con Nike. Asics y Puma se quedan con el tercer y cuarto puesto de este peculiar ránking con unos beneficios algo más modestos: 2.400 y 1.900 millones respectivamente.
Pero las firmas deportivas no son las únicas que fabrican zapatillas como si se tratara de la gallina de los huevos de oro. Chanel, Louis Vuitton, Dior, Valentino o incluso Balenciaga han contratado en sus equipos de diseño a expertos en la materia. A los elegantes tacones de aguja han sumado ahora los cómodos deportivos.
Y toda estrategia de márketing es poca. Las colaboraciones con nombres famosos, sin ir más lejos, es una de las fórmulas más repetidas, por exitosa, por todas las marcas. Los raperos Jay-Z y 50 Cent diseñaron sendas zapatillas para Reebok y la cantante Nicki Minaj hizo lo propio con Jeremy Scott. Pero es el de Kanye West -el marido de Kim Kardashian- el nombre que más se ha repetido en todas las firmas. Las compañías se lo rifan y es muy común verlo una temporada como imagen de una marca para pasar al siguiente directamente a la competencia. Su estreno, en el 2009, ya apuntaba a maneras con unas zapatillas que rondaban los 1.000 euros para Louis Vuitton. Poco después pasaría Nike y a sus ya icónicas Air Yeezy, un producto que agotó sus existencias hasta en tres ocasiones. Pero también encontró hueco en Adidas.
Las de Kanye West, junto con otros modelos igual de exclusivos, han superado la barrera de simples prendas de ropa para transformarse casi en una pieza de arte. Para muchos es incomprensible; pero los que saben de la materia son conscientes de que la ley de la compra y la demanda no basa para tener en el armario un par de las más codiciadas. Y un buen ejemplo son las Yeezy 700 Wave Runner de Kanye West. No basta con tener en la cartera los nada desdeñables 300 euros que cuestan. En la mayor parte de las tiendas que contaron con este lujoso par, lo primero que tenían que hacer los potenciales compradores era inscribirse para participar en un sorteo y, si la caprichosa suerte caía de su lado, acto seguido soltar el bolsillo. Insólito. Hubo quien en su momento llegó a ironizar con que era más fácil hacerse con el Gordo de la Primitiva que con unas simples sneakers.
Pero hacer cola, participar en el sorteo y hasta pedir un crédito para pagar el lujoso artículo -hay muchos consumidores que lo hacen- merece la pena. Es una inversión.
Reventa
Los modelos más normales conviven con unos pocos elegidos que se lanzan en ediciones limitadas y que alcanzan cifras que quitan el hipo en el mercado de segunda mano. La reventa de zapatillas mueve más de 1.300 millones de euros cada año. A engrosar esta cifra contribuyen modelos como las Nie Mag 2016, las zapatillas de la famosa película Regreso al Futuro, de las que solo se fabricaron 100 pares. Más de uno se mostró dispuesto a abonar los 20.000 euros que pedían por ellas.
ILUSTRACIÓN: MABEL RODRÍGUEZ