Cientos de unidades de este Mercedes Benz aún circulan por Galicia. Fue el coche de los emigrantes y se sigue transmitiendo de padres a hijos... y nietos.
15 nov 2020 . Actualizado a las 23:25 h.El Mercedes Benz carrocería w123 empezó a fabricarse a finales de 1975, por lo que cumple 45 años de vida y está en plena forma. Era el pequeño de la marca alemana en su momento, pese a sus casi cinco metros de longitud, y el inicio de lo que sería la clase E. Conocido popularmente por muchos como «Mercedes 300», por ser esta denominación comercial la que más éxito tuvo en Galicia con motores de entre 2 y 3 litros. Cientos de unidades de este modelo indestructible con cambio manual o automático circulan aún hoy por nuestras carreteras, y muchos de ellos, guardados con cariño durante años en garajes, están en excelentes condiciones de chapa y motor.
Entre 1975 y 1986 se fabricaron un total de 2.696.914 unidades del Mercedes-Benz w123, que fue el coche preferido de los emigrantes gallegos en las décadas de los setenta y ochenta, y la mayoría de ellos viajaron con sus dueños de regreso a Galicia desde Centroeuropa, fundamentalmente Alemania, Francia y Suiza, pero también vinieron algunos en barco desde América. Otras unidades fueron importadas de segunda mano y han pasado por distintos propietarios en estos 45 años de vida. Sustituyó al w114/w115, del que se habían fabricado casi dos millones de unidades durante ocho años y fue relevado por el w124, denominado ya en su etapa final formalmente como clase E.
Un coche cómodo, muy amplio, robusto y seguro. Cinco plazas generosas, con un maletero impresionante que incorporaba un triángulo de señalización en el portaequipajes mucho antes de ser obligatorio por la DGT. Conducido por un público heterogéneo, ha pasado en ocasiones de padres a hijos, incluso a nietos, transmitiendo seguridad y confort. La estrella exterior del capó fue objeto de deseo de algunos que se dedicaban a romperlos por la calle a modo de trofeo, por lo que acabó eliminándose este adorno icono de la marca y prohibiéndose después en algunos países. Muchas unidades permanecen largas temporadas paradas en sus garajes, pero arrancan a la primera y, sin ser un modelo exclusivo, hoy en día sus propietarios los muestran con orgullo.
Salieron a la calle distintas motorizaciones en gasolina y diésel y los acabados incluían todo tipo de extras, muchas de ellas innovadoras en la época, combinando seguridad activa y pasiva. Incorporaban frenos de disco a las cuatro ruedas, ABS o airbag. El motor turboalimentado de gasoil causó furor. Fue el inicio de los motores de alto rendimiento, prueba de lo cual son las unidades que llegan a la actualidad tras un uso diario y más de un millón de kilómetros recorridos.
Las carrocerías eran también muy variadas, destacando un cupé de dos puertas o un modelo familiar que tuvo mucho éxito y fue el primero en serie de la marca. Además, se fabricaron modelos de 7 plazas y limusinas. Algunas unidades fueron taxis y otras carrozadas como ambulancias o coches fúnebres. Salieron al mercado con decenas de colores y los modelos que no llevaban llantas de aleación montaban unas ruedas con tapacubos con la estrella de la marca y el mismo color de la carrocería de acero. Se hizo un leve restyling con el cambio de los faros delanteros.
Es un vehículo con historia, que incluso protagoniza un libro de José Pardo y Rubén Santamarta, w123 (autoedición, 2017) con interesantes instantáneas y anécdotas de este coche que es una referencia de fiabilidad. Hay múltiples clubes que organizan actividades todos los años para lucir un modelo excesivamente popular para algunos, pero que muchos ahora desean.
En el mercado de segunda mano hoy hay una amplia variedad de unidades y a precios muy diferentes, entre los 1.200 euros de uno para restaurar y los 12.500 euros de un dos puertas restaurado. Los kilómetros en este caso no son un problema, se pagan eso sí los más peculiares. Ha salido en cientos de películas, muchas de ellas rodadas en Galicia, y es, sin duda, protagonista de miles de fotografías familiares de gallegos en los últimos 45 años, y las que quedan.