Muere en Vilalba Gerardo Criado Fuentes, dueño de un conocido negocio y padre del exalcalde Gerardo Criado Guizán
OBITUARIOS
Vivía en la parroquia de Noche, en donde tuvo bar y ultramarinos
05 dic 2022 . Actualizado a las 21:00 h.Gerardo Criado Fuentes falleció este lunes en Vilalba a los 96 años. Ya jubilado desde hacía tiempo, tuvo un conocido negocio, con bar y con ultramarinos, en la parroquia de Noche, donde había nacido. El establecimiento estaba situado junto a la carretera de Rábade a Vilalba (LU-541), y no solo era frecuentado por gente de la parroquia. Hace décadas, algunos vilalbeses iban andando desde el casco urbano hasta un local que era apreciado, entre otros detalles, por la calidad de sus chorizos.
Gerardo Criado Fuentes estaba casado con Corsina Guizán, conocida criadora de capones. Ella mantuvo esa actividad, heredada de la tradición familiar, durante décadas, e incluso, en el 2013, fue condecorada por el Ministerio de Agricultura con la Medalla al Mérito Agrícola.
El fallecido, de carácter afable y abierto igual que si esposa, era también gran aficionado al fútbol y atento seguidor del Racing Vilalbés.
Él y su esposa tuvieron dos hijos: Gerardo (jefe territorial de la Vicepresidencia de la Xunta en Lugo, exalcalde de Vilalba y exsenador) y Oliva.
Multitud de aficiones
Tanto la afición al fútbol como la cría de capones pasaron en este caso a las siguientes generaciones. Gerardo Criado Guizán, además de sus cargos políticos, fue jugador y presidente del Racing Vilalbés, y los dos hijos de este, Hugo y Nicolás también pertenecieron al equipo. El yerno de Gerardo Criado Fuentes, José Antonio Pita Paz, es director del Centro Sociocomunitario de la capital chairega y fue además concejal en Vilalba y presidente del Racing Vilalbés.
En cuanto a la cría de capones, la familia solía reunirse en Noche para la matanza, unos días antes de la Feira do Capón de Vilalba, que tiene lugar en vísperas de Nochebuena.
Los restos mortales de Gerardo Criado Fuentes se velan en un tanatorio vilalbés. El entierro está fijado para las cuatro y media de la tarde del martes; primero se oficia una misa en la iglesia de Noche y luego se inhuman los restos en el cementerio parroquial.