«No fue un beso, fue un cruce de labios»

OPINIÓN

06 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay literatura y literatura sobre las excusas que los amantes ponen cuando los cachan in fraganti. «Cariño, no es lo que te imaginas» viene a resumir el lema de quienes se ven de pronto violentados por la verdad. Y, aunque puede suceder como en aquel relato de Edgar Allan Poe, La carta robada, y que uno no se dé cuenta de que tiene delante lo que tanto busca, no deja de sorprender cómo la mayoría niega la evidencia. El último en hacerlo ha sido Jorge Pérez, en ese nuevo cuernosgate que se ha sacado de la manga Telecinco, tan acostumbrado a improvisar guiones para mantener la tensión del espectador. No es nada nuevo. Alba Carrillo y Jorge Pérez se enrollaron en la cena de empresa de la productora de Ana Rosa delante de todos los compañeros periodistas, y el caso, claro, ha pasado a ser tema nacional. Ahora Jorge, que está casado y es padre de cuatro hijos, se ha puesto en el papel de esposo arrepentido que quiere recuperar a su familia. Y Alba, separada y con un hijo, se ha convertido en la mujer fatal que se entromete en toda pareja. Nada extraño, si no fuera porque, pese a haber vídeos del momento concreto de los toqueteos y manoseos íntimos de la pareja durante la fiesta, «nada es lo que parece». A pesar de que todos los espectadores lo están viendo clarito en todos los programas, Jorge se ha atrevido a negarlo a lo grande: «No hubo beso, quizá un cruce de labios». Tal vez a su mujer la convenza.