Ojalá los equinos opinaran en los Goya

Piluca Núñez DIRECTORA DE RELACIONES INSTITUCIONALES DE LA ASOCIACIÓN EMPRESARIAL EÓLICA (AEE)

OPINIÓN

ANGEL MANSO

15 feb 2023 . Actualizado a las 09:53 h.

Una de las grandes ganadoras de la noche de los Goya fue la película As bestas. Su director, Rodrigo Sorogoyen, al recoger su galardón a la mejor película española, hizo un llamamiento sobre la eólica: «Eólica sí, pero no así». En mi opinión, como espectadora aficionada, la película merece todos los reconocimientos recibidos por los expertos del cine.

 La  energía eólica ha estado presente en los Goya y no para hacer un alegato de esta tecnología como renovable, limpia y que abarata el precio de la luz. En esa ocasión, la eólica ha tenido su momento de gloria para reivindicar un lema que no acabo de entender. Eólica sí, estamos todos de acuerdo. Pero no así, ¿y cómo quiere Sorogoyen que se instalen los parques eólicos? Porque desde hace décadas los parques eólicos conviven con otras actividades del mundo rural como la agricultura, la ganadería y el turismo. Por supuesto, también los parques eólicos conviven con los caballos salvajes en Galicia. ¿Por qué queremos dar una imagen de este sector distorsionada?

He seguido las galas de los Goya desde hace años. Soy de esas. Los momentos reivindicativos son ya una tradición. Este año esperaba mensajes sobre la ley del «solo sí es sí», la subida de las hipotecas, la situación de la sanidad, incluso sobre la reciente ley animal aprobada en el Congreso. Algunos de estos temas han tenido su momento.

Para todos aquellos que creemos que el cine es un vehículo para sensibilizar a la sociedad, para todos aquellos defensores de las renovables, para todos los que queremos una factura económica de la electricidad y cuidar el clima, me gustaría ofrecer una información que no es polémica ni política, no es discutible. Es la descripción de un proceso técnico previo a la aprobación de cualquier parque eólico en nuestro país. Para instalarlo, en Galicia o en cualquier comunidad autónoma, es necesario tener en cuenta el impacto ambiental, el potencial energético de la ubicación, las condiciones geológicas y geotécnicas, la viabilidad ambiental, legal y territorial, así como la accesibilidad al parque.

El proceso de aprobación de un parque eólico también evalúa la aceptación social del entorno. El proceso dura años hasta que se aprueba o no una instalación de este tipo. No se puede asumir que un proyecto de instalación renovable es una realidad hasta superar todos los trámites y obtener los permisos. En la zona donde se rodó la película As bestas hay parques eólicos que no han pasado con éxito este proceso y otros que sí. Los parques con autorización o permiso conviven con las actividades rurales ya implementadas en la zona, además generan empleo y son tractores de otras actividades asociadas. Los vecinos de los entornos con parques eólicos son defensores de las instalaciones porque no interfieren en sus actividades y generan riqueza.

La energía eólica es una aliada fundamental para luchar contra la ausencia de población de las zonas rurales, siendo una fuente de energía que proporciona oportunidades a la España vaciada. Según un estudio elaborado por IPSOS para Vientos de Futuro, el 82 % de los encuestados considera esta energía como una oportunidad para el medio rural contra la despoblación. Ocho de cada diez españoles se muestran favorables a la construcción de nuevos parques eólicos en nuestro país. Además, el 84 % de los españoles creen que incrementar el peso de las energías renovables ayudaría al país a conseguir la independencia energética. Haciendo zum en Galicia, el 83 % apoya el desarrollo de la eólica como medida para avanzar en energías renovables en su entorno.

Aprovechemos el viento que tenemos, un recurso natural, inagotable y que sopla en zonas donde se cultiva la tierra, pasta el ganado, hay rutas de senderismo y otros deportes. Escuchemos a los vecinos de los pueblos, los que conviven con la eólica, y sigamos premiando a las grandes películas españolas. Por cierto, los caballos salvajes trotan desde hace años por los prados eólicos y no parece que los aerogeneradores interfieran en su armonía. Una pena que los equinos no puedan opinar en los Goya.