Reflexiones de un médico para otros médicos
En una asamblea de atención primaria, muchos compañeros se sinceraron de lo qué pensaban y cómo se sentían por el tema de la huelga. Una persona en concreto formuló esta pregunta a los que estábamos allí: ¿qué más nos tienen que hacer para que reaccionemos? Estaba harta. No me quito ahora ese mantra de la cabeza: ¿qué más nos tienen qué hacer para que reaccionemos? En ese momento me vinieron a la mente varios episodios sucedidos en el hospital durante los últimos meses. Gente llorando en los despachos. Gente desbordada de trabajo. Gente rota. En algún momento trataba de consolar con palabras, les daba algún abrazo. No sé, hacía lo que podía... Estaba rabioso de ver cómo se jugaba con mis compañeros, con sus proyectos, con sus vidas, con su salud. Vivía esos episodios atónito. Pensaba que eso no me ocurriría a mi nunca. Me engañaba. Me ha hecho cambiar. Cuando llegó la huelga lo vi claro. No sé quién la convocó. No sé lo que se reivindicaba. Pero sabía que era el momento, la oportunidad que estaba buscando para demostrar a mis compañeros que podía hacer algo más que darles un abrazo. No quise dejar escapar esta oportunidad. No quiero nada de los sindicatos, no quiero más dinero, no quiero complemento específico, renuncio incluso a tener más tiempo para ver a mis pacientes. Lo que no quiero es volver a vivir lo que ya os he contado. Pasarán los años y algún día recordaremos este momento. Espero que todo quede como un mal sueño, y que nunca, nunca más, me tenga que venir a la cabeza la maldita frase: ¿qué más nos tienen que hacer para que reaccionemos? Fernando Valdés. A Mariña.
Alves y la reforma del «solo sí es sí»
Ahora Dani Alves reconoce que sí mantuvo penetración. Y defenderá que se trató de un acto consentido. Y podrá salir impune, puesto que su víctima no presentó heridas vaginales. Gracias al PSOE, que ha ignorado las propuestas de Unidas Podemos y ha aprobado junto al PP, PNV, Ciudadanos y Junts la contrarreforma de la ley del solo sí es sí. Gracias por volver a poner el foco en la violencia en lugar de ponerlo en el consentimiento.
Que esta solución se sienta como un acierto retrata la ignorancia de este país acerca del feminismo. Como mujer, me siento desprotegida y abandonada. Marta Miguel Gamero. Els Monjos (Barcelona).
Soy de la edad de Tamames y le recomiendo descansar
Esta carta es para el señor Tamames, que a sus 90 años se atreve a meterse en la política cuando está medio impedido (claro que eso le puede pasar a cualquiera). Le aconsejaría que no se meta en más fregados de los que no va a poder salir. La política desgasta y mucho, y a sus años más. Estese tranquilo en su casa y evitará agilizar más su vejez. A sus años ya se rompió bastante la cabeza. El dinero no lo resuelve todo y más a cierta edad. Lo dice un servidor que más o menos tiene la misma edad que el profesor. Juan Espiñeira Sánchez. A Coruña.
Perros: prohibido ladrar en Oleiros
Durante varios días, la policía local de Oleiros viene informando de que, debido a denuncias de nueve residentes, van a preparar un dispositivo de vigilancia especial antiladridos, porque parece ser que los perros molestan al vecindario. Se supone que los que denunciaron no tienen perros, porque el que los tenga comprenderá que es muy difícil controlar los ladridos e los canes todo el día. Así que, por obligación municipal, no dejen sus perros sueltos por la finca y métanlos en casa, toque de queda perruno a las 22 horas. Gustavo Precedo. Lorbé.
Un xubilado español
O rei Xoán Carlos I chegou a Galicia entre comentarios sobre a idoneidade da súa visita. Coma se tivese que pedir permiso. Procedente de Londres, baixa con dificultade a escaleira do avión un español xubilado, de 85 anos. Vai camiño de Sanxenxo para navegar naquel mar. Despois de exercer de xefe de Estado do país durante catro décadas, ben merece ser recibido con respecto, cariño (quen queira, claro) e gratitude. Esta última mostra, de seguro que se lle debe pola seu labor como rei. Non nos corresponde xulgar os seus asuntos persoais. Diso xa se encarga quen teña ese labor. Pero si lle van a estar agradecidos tódolos establecementos hostaleiros de Sanxenxo e Portonovo. Ademais a maioría da xente que viviu o seu reinado non vai esquecer o importantísimo papel que tivo como rei de España. Polo tanto, que sexa benvido don Xoán Carlos I. Un xubilado coma outro calquera. M. J. Vilasuso. As Pontes.
Más cartas al director
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