25 años con la pastilla azul
OPINIÓN
En los años 90, Pfizer invertía recursos para desarrollar un medicamento para la hipertensión arterial y la angina de pecho cuando observó que aparecía un efecto secundario que dio un giro de 180 grados al estudio. El laboratorio había descubierto el primer fármaco para la disfunción eréctil y había encontrado su mina de oro.
Comercializado como Viagra, fue aprobado en los albores del año 2000 en Estados Unidos y en Europa. Las ventas superaron los mil millones de euros, pero a ello vino pareja una revolución en el campo de la urología. Se abría una esperanza para los hombres de cierta edad que no conseguían tener una erección completa o duradera, además de poner sobre la mesa una problemática que, por pudor, desconocimiento o vergüenza no se trataba socialmente.
El sildenafilo es el principio activo de la Viagra. Se administra por vía oral y, si se toma en ayunas, hace efecto unos 30 minutos después. Es un medicamento que debe ser indicado por un facultativo y está concebido para tratar los problemas de disfunción eréctil, y también para problemas de hipertensión arterial pulmonar, por su efecto vasodilatador. En España se adquiere únicamente con receta médica.
Uno de los principales problemas con este fármaco es el tráfico y venta ilegal. Como se puede conseguir por internet, hay quien adquiere estas pastillas sin los controles de calidad necesarios, procedentes de países con menores garantías sanitarias o menor vigilancia y procedente de mafias que incluso comercializan copias adulteradas de este popular medicamento.
En España son constantes las alertas de las autoridades sanitarias por la circulación de estos compuestos, que son perseguidos y retirados. Hay que recordar que el uso fuera de prescripción médica de este tratamiento va unido a otras sustancias ilegales y es un cóctel peligroso con serias repercusiones para la salud. Las consecuencias de un uso recreativo van desde los problemas cardíacos hasta la muerte súbita.
Existen varios mitos sobre el uso del sildenafilo como que es efectivo por sí solo, pero está comprobado que para que exista vasodilatación es necesaria la estimulación sexual, y si la erección no se produce derivada de un problema que no sea vasomotor, no vamos a conseguir solucionarlo. Por eso el estudio de la causa de la disfunción eréctil es fundamental. También hay quien cree que es útil para la eyaculación precoz, cuando no es efectiva para estos casos.
Después de 25 años de su llegada al mercado podemos decir que el sildenafilo es un fármaco seguro, eficaz y usado en las dosis correctas y prescritas ayuda a muchos hombres a tener una vida más saludable.