En un episodio memorable de El ministerio del tiempo, Federico García Lorca, asesinado por los enemigos de la democracia en 1936, viaja al futuro. Asiste el poeta a un concierto de Camarón. Y escucha como el genio de San Fernando canta en 1979 La leyenda del tiempo en las cuevas del Sacromonte granadino. El actor exclama: «Tanto tiempo después, España se acuerda de mí. Entonces he ganado yo, ellos no».
Aquella escena se hizo viral. Resucita cada cierto tiempo en las redes, cuando en nuestra España plural e inclusiva intentan censurar obras de Virginia Woolf o películas como Barbie. Y nos recuerda que no podemos dar las libertades por ciertas. Tenemos que defenderlas. Como hicieron los franceses frenando a una ultraderecha tan incompetente como crecidita. Entre otras barbaridades, los de Le Pen querían trastocar una institución como el ius solis: si naces en un país, tienes derecho a la nacionalidad.
La noche electoral gala, en Twitter (X), muchos usuarios se acordaron de Casablanca. No postearon el «Tócala, Sam» de Rick, sino el «Toquen la Marsellesa» del resistente checo Víctor Laszlo frente a un coro nazi. Entonces, en el 1942 del cine, ganó el duelo y la admiración (y no se sabe si el amor) de la inolvidable Ilsa (Ingrid Bergman). El domingo también venció. Con él lo hizo Europa. Y muchos nos volvimos a emocionar con el Allons enfants de la patrie...