Oumar Traore «meets» Juana de Vega

Saray Durán y Natalia Monjeo AL HILO

OPINIÓN

Gelmert Finol | EFE

22 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

En el Día de las personas Refugiadas, en Ecos do Sur recordamos a los liberales coruñeses del siglo XIX, que, como Juana de Vega, pudieron hacer de este un país mejor gracias a que Londres los acogió cuando buscaron refugio fuera de España, huyendo de un régimen despótico. La prosperidad, desde la personal a la de todo un territorio, es siempre cuestión de oportunidades. Ahora, la emergencia humanitaria en Canarias va a traer a Galicia a 470 personas empujadas a arriesgarlo todo para ponerse a salvo de situaciones en las que nunca nos querríamos ver, pero que forman parte de nuestra historia. Si lo consideramos desde una perspectiva inteligente, hablaremos en clave de oportunidades. Oportunidades para quienes vendrán y también para la tierra que los va a acoger. Si alguien sufre un grave accidente, lo socorremos y cerramos sus heridas. Y después, ¿qué? No lo abandonamos. Sabemos que la recuperación necesitará tiempo y cuidados. Lo mismo sucede con las oportunidades. Acoger a las personas en un contexto de emergencia es incontestable: es un deber legal y moral, como tratar una herida que sangra. Las oportunidades, para florecer, requieren algo más. Voluntad, recursos, tiempo, cariño y, por supuesto, derechos.

«Lo único duro fue tener que decirles adiós», afirmaba hace una semana Jorge, el hotelero de Sanxenxo que alojó en noviembre a 50 personas que llegaron aquí en un momento de emergencia. Jorge recuerda su voluntad de aprendizaje, y cómo muchos empresarios les ofrecían empleos que tuvieron que rechazar por estar en situación irregular. Esto sucede en Galicia todos los días. Y es que esto de las oportunidades va de derechos. Especialmente, del derecho a establecerte en un hogar seguro sin jugarte la vida, el derecho a recibir protección si estás en riesgo y el derecho a formar parte de la ciudadanía. A trabajar, cotizar, alquilar una vivienda o hacer la declaración de la renta.

Uno de los más brillantes logros recientes de España, Eurocopa aparte, es el apoyo masivo a la iniciativa legislativa popular (ILP) por la regularización de miles de vecinos y vecinas con quienes convivimos condenados al abuso, la desprotección y la explotación laboral por no tener derechos de ciudadanía. La ILP se registró a principios del 2023, el Parlamento aceptó iniciar los trámites el pasado mes de abril y continúa ahora su camino. Va con paso demasiado lento, y eso alarga la exclusión y el sufrimiento de miles de personas. La regularización es la llave de la participación.

Las organizaciones sociales ponemos voluntad, tiempo, cuidados y profesionalidad en la acogida de las personas. Si esto se completa con recursos y derechos, habrá oportunidades reales para que las personas que llegarán estos días aporten en Galicia sus talentos, sus sueños y su forma de ver la vida, y que Galicia les aporte a ellos. Como Oumar Traore, que tras un periplo desde Mali llegó como refugiado a un pueblo de A Coruña y hoy vive satisfecho de poder marcar la x solidaria en su declaración de la renta. Mismos deberes, mismos derechos. Así es como siempre se han creado las oportunidades de futuro para las personas y para los países, para Oumar y para Juana de Vega, porque sus vidas son muy distintas, pero sus historias, en el corazón, no son tan diferentes.