Madres de militares de Ourense fallecidos en misiones: «Nos reconforta mucho que se acuerden de nuestros hijos muertos»

Cuatro militares ourensanos han muerto en acto de servicio desde el año 1993 y su recuerdo siempre está presente en los actos oficiales que se celebran en la subdelegación de Defensa de la ciudad. Este jueves la conmemoración anual de esta institución, que se recuperó después de dos años, no fue una excepción. Las madres de los cuatro soldados caídos en misiones en el exterior recibieron flores y abrazos que, para ellas, significan mucho. «Nos reconforta que no se olviden de nuestros hijos», admitió Mari Carmen Varela, madre de Isaac Piñeiro Varela, muerto en 1993 en Bosnia. A pesar del tiempo transcurrido desde que perdió a su hijo define como «terrible» recordar lo que vivió. «Ser parte del Ejército era su vocación, nadie los obligó a ir, pero tuvieron muy mala suerte», dijo emocionada Elena Fortes, madre de Jaime Pérez Fortes, caído en 1999 en Kosovo. Mari Luz Blanco perdió a su hijo, Diego González Blanco, en agosto del 2005. Estaba en Herat (Afganistán). «Desde que pasó, siempre nos hemos sentido acompañados; desde esta delegación han estado pendientes de lo que necesitábamos», relató. En la jornada también se recordó a Leandro Rois, muerto en 2002 en Kenia y representado por su madre, Carmen Pérez.

Durante el acto, que contó con la presencia de numerosas autoridades, también tuvo lugar la entrega de los premios del concurso escolar convocado por el Ministerio de Defensa. Se reconocieron los trabajos realizados por los alumnos del colegio Manuel Sueiro, de Ourense, y la carta escrita por Zaira Álvarez, una estudiante de la ESO del Colegio Sagrado Corazón de Celanova. Tres oficiales fueron, además, condecorados por su trabajo en la operación desplegada durante la pandemia.

En su discurso, el subdelegado de Defensa anunció su despedida. En diciembre Gustavo Doncel cesará en el cargo al que llegó en el 2016, y será sustituido por Jesús Antonio Peñas Preckler.

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