Una farmacéutica ourensana elabora cosméticos con agua del balneario de Baños de Molgas, donde su tatarabuelo era boticario

La ourensana Natalia Silva tiene treinta años y pertenece a la quinta generación de la Farmacia Cid, la que está en la calle del Paseo frente al Edificio Viacambre. «La primera, la que abrió mi tatarabuelo, estaba en Baños de Molgas», afirma. La familia de Natalia es propietaria del balneario de este municipio desde 1873. Ella siempre tuvo claro que quería seguir los pasos de su familia. Estudió Farmacia en Santiago y luego hizo un máster de cosmética en Barcelona. Allí nació la idea de su proyecto más ambicioso y original: Blue Silk, una línea de cosmética termal. «El proyecto final era crear un laboratorio con productos ficticios y los míos eran hechos con agua termal. Mis profesores vieron potencial en él y me animaron a volver a Galicia y llevarlo a cabo», recuerda. Natalia se encarga de cada parte del proceso de Blue Silk: diseña, formula, fabrica y comercializa. «Fusiono la tradición del balneario con ingredientes biotecnológicos como células madre vegetales, precursores del colágeno, ácido hialurónico... Le dedico mucha atención a los ingredientes porque desde el principio quise que funcionase en pieles sensibles, en las que estamos especializados», explica. Los productos Blue Silk están indicados para pacientes oncológicos, personas con psoriasis o con rosácea y problemas similares.

Natalia ha elaborado un sérum, una crema de día con protección solar, crema de noche, tónico y agua micelar. «El agua la cojo del manantial del balneario de Baños de Molgas y después de analizarla me pongo a elaborar con ella. Hago remesas de diez en diez de manera artesanal», explica. De lunes a viernes trabaja en la farmacia y los fines de semana se dedica a fabricar los cosméticos para tenerlos listos para la venta. Los productos de Blue Silk son regenerantes, antiedad y suavizan las manchas del sol.

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