Esclarecen cuatro años después el secuestro de un empresario de Verín al que exigieron el pago de un millón de euros
VERÍN
La Guardia Civil llevó a cabo una compleja investigación para dar con el sospechoso, que reside en Portugal y está en prisión por otras causas
02 sep 2023 . Actualizado a las 13:55 h.El 11 de diciembre del 2019 un empresario de Verín paseaba su perro por las calles del municipio. Eran las once y media de la noche cuando un coche paró a su lado y le cortó el paso. Varias personas se bajaron del vehículo y lo obligaron a introducirse en él por la fuerza, colocándole un pasamontañas e inmovilizándole las manos y los pies con una cuerda. Tras un viaje no demasiado largo, el coche se detuvo. Al hombre lo bajaron y lo llevaron a un descampado, o así lo intuyó él, y lo amenazaron con una pistola y un cuchillo.
Los asaltantes le exigieron entonces el pago de un millón de euros a cambio de perdonarle la vida, pero la víctima les aseguró que no disponía de ese dinero. Entonces los ladrones replantearon su petición y rebajaron la cantidad hasta los 150.000. Acordaron que el empresario dejaría el dinero al día siguiente en un vehículo todoterreno de color verde que estaría estacionado a una hora concreta en el aparcamiento de un restaurante de Chaves (Portugal). Luego dejaron libre a la víctima.
Pero el empresario no tenía intención alguna de pagar. Al día siguiente fue a una sucursal bancaria, pero no pidió que le dieran el dinero de su cuenta, sino que pidió ayuda. Le explicó a un empleado de la oficina que su móvil estaba bloqueado y le rogó que llamase a su abogado, al que la víctima contó lo ocurrido. Este último se puso en contacto de inmediato con el 062 de la Guardia Civil.
La entrega del dinero, por tanto, nunca se produjo, pero los agentes sabían dónde iba a estar aparcado el coche en el que se debía hacer y se trasladaron hasta ese lugar. Lo localizaron en el lugar indicado por los delincuentes, con las placas de matrícula dobladas.
Ese fue el inicio de una compleja investigación que, después de casi cuatro años, ha logrado esclarecerse. Los agentes del grupo del instituto armado, en colaboración con la Guardia Nacional Republicana de Portugal, ya tienen un sospechoso. Se trata de un ciudadano portugués que actualmente se encuentra en prisión en el país vecino por otras causas. Según ha trascendido, se le imputan delitos de secuestro, extorsión y robo con violencia e intimidación.
Dar con él fue complicado. El mismo día de la denuncia los investigadores enviaron al laboratorio de criminalística de la Guardia Civil de Madrid la chaqueta y el pantalón que llevaba la víctima el día del asalto. Como resultado de las pruebas realizadas a esas prendas, se obtuvo una mezcla de perfiles genéticos de un sospechoso. Los agentes ya tenían algo sobre lo que trabajar.
A partir de ese momento los integrantes del equipo GIAT, especializados en investigación de asuntos de tráfico, realizaron varios cribados de vehículos e incluso fueron puerta por puerta realizando averiguaciones en relación al propietario de un coche con las características del relacionado con estos hechos. Así consiguieron situarlo cerca de la vivienda de la víctima.
Además, los uniformados solicitaron acceso al procedimiento iniciado por la fiscalía portuguesa en relación con la aprehensión del coche. En el auto se encontró un guante de látex con restos biológicos que coincidían con los ya localizados en las ropas de la víctima. Todo encajaba.
Ahora el caso, al que la Guardia Civil bautizó con el nombre de Operación Chispis, se tramita en el Juzgado de Instrucción 2 de Verín.