?l Concello presumió el día de su inauguración, el pasado 10 de octubre, de tener «la mejor plaza de abastos de Galicia», tras casi cuatro años de obras y una inversión global de unos diez millones de euros, aproximadamente. Sin embargo, la actuación fue cuestionada ya antes de su inauguración por los usuarios de los puestos y bancadas, hasta el punto de forzar modificaciones en el acondicionamiento interior del inmueble y añadidos no previstos en el proyecto original. En concreto, fueron las pescantinas las que exigieron la colocación de unas persianas mecánicas en el techo para tapar la entrada del sol por las claraboyas de los patios interiores donde están las bancadas. Tras la apertura de las instalaciones, fueron apareciendo otros problemas se se intentaron subsanar sobre la marcha y aún se está en ello. Más recientemente, el problema surgió por el incremento de las tasas de concesión de los puestos y bancadas, que los vendedores consideran excesivas y de hecho las tienen recurridas. Su protesta por esta cuestión llegó a provocar un parón del Mercado.