El inicio de las catas arqueológicas obligó a reorganizar el tráfico en la rotonda del puente de O Burgo
PONTEVEDRA
?os arqueólogos abrieron ayer las primeras catas en la cabecera sur del puente de O Burgo, donde hace dieciséis años apareció un miliario romano. La actuación se enmarca en el proyecto de rehabilitación de la plaza de Valentín García Escudero y calles aledañas y por tratarse de una zona de gran riqueza histórica, no se descartan nuevos hallazgos arqueológicos. Las primeras prospecciones (cinco catas) se están realizando en la zona más próxima a la plaza del Muelle y trajeron consigo una reorganización del tráfico en la rotonda de O Burgo, aunque las restricciones circulatorias de momento son mínimas. Desde ayer por la mañana, los coches procedentes del puente de O Burgo o de la avenida de Buenos Aires no pueden acceder a la calle Arzobispo Malvar. Desde la avenida del Uruguay sí se puede acceder a dicha calle, por lo que estos vehículos tienen que ir a la nueva glorieta de Orillamar para cambiar de sentido y entrar sin problemas al centro. Este es sólo uno de los cambios circulatorios a los que obligan las obras de García Escudero. En próximos días también se cortará el acceso a la calle Sierra, que posteriormente se restablecerá con un nuevo vial provisional paralelo al edificio donde está instalada la Unidad de Asistencia a Drogodependientes. Más adelante dejará de funcionar como tal la glorieta sur del puente de o Burgo. El Concello informó ayer que todos estos cambios serán convenientemente señalizados in situ, para que los conductores puedan orientarse. El proyecto de reforma que se va a acometer afecta a la propia plaza de Valentín García Escudero, a la rúa da Ponte, a la plaza de Celso García de la Riega y al tramo de la calle Sierra hasta el Mercado de Abastos.