Robert Redford asegura que en su época el cine comercial cuidaba más el lado humano

Mateo Sancho Cardiel CANNES/EFE.

PONTEVEDRA

07 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

En 1980, Robert Redford decidió que el cine ya no contaba lo que a él le gustaba ver. Entonces, decidió iniciar una oscarizada carrera como director y crear el Festival de Cine Independiente de Sundance. «En mi época, el cine comercial cuidaba mucho más el contenido humano», explicó ayer en Cannes.

Redford acudió a la feria audiovisual Mipcom a celebrar el primer aniversario del Sundance Channel en Francia y Bélgica, y a anunciar su ampliación a Polonia y Asia. Pero fue inevitable que el inolvidable protagonista de Memorias de África hablara de mucho más que eso.

Volvía a Cannes después de haber presentado como actor, en 1972, Las aventuras de Jeremiah Johnson y, en 1988, Un lugar llamado milagro, su vuelta a la dirección tras el Oscar por Gente corriente. Pero había estado allí también antes de ser una estrella, durmiendo en uno de los muelles que ahora están atiborrados de material publicitario televisivo.

«Miré al hotel Carlton [donde hoy justamente compareció ante los medios] y me dije: ''¿Cómo debe ser en alojarse allí y estar rodeado de esa gente?''», narró ante una audiencia absorta ante el encanto de uno de los más legendarios galanes de Hollywood. ?«Dieciséis años después estaba allí, con mi esmoquin y con camareros entrando y saliendo con bandejas de caviar. Estaba deslumbrado por tanta opulencia, cuando miré por el balcón y vi otra vez el muelle y me dije: ''Parece que las cosas han mejorado''», prosiguió.

El germen del Sundance

Hoy Robert Redford sigue siendo un ejemplo a seguir en cuestión de combinación de fama y vida privada, de cine de autor con Olimpo hollywoodiense. «Tuve la gran suerte de protagonizar películas como El Gran Gatsby o Dos hombres y un destino, que eran cine de gran estudio pero con una amplia carga humana», aseguró. Precisamente, del título original de esta cinta (Butch Cassidy and the Sundance Kid) surgió la idea de crear la que fue cuna del cine independiente más influyente primero para Estados Unidos, pero más tarde para cualquier nacionalidad. «Nunca pensé que tendría tanto éxito», confesó el actor.