La Cámara asegura que «no puede aportar ni un céntimo» a las ferias

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

El nuevo presidente dice que su prioridad es pagar las nóminas del personal de la entidad

14 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El cambio de presidencia en la Cámara de Comercio de Pontevedra ha puesto de relieve la deficiencia de sus cuentas de cara al 2012. El nuevo presidente, Gómez Rivera, asegura que este año la institución «no puede aportar ni un céntimo a los proyectos». Y, ¿cuáles son esos proyectos buque insignia del organismo? Las tres ferias estrella, Pontus Veteris, Ferpalia y Pomóvil, están en la cuerda floja. Su viabilidad solo es posible, «si conseguimos financiación pública», explicó ayer Gómez Rivera en su primera comparecencia pública.

La organización de estas tres ferias en el 2011 mantuvo en vilo a la institución hasta días antes de su inauguración. La falta de ayudas de la Administración obligó a llamar a la Consellería de Industria a última hora para intentar salvarlas. Para el 2012 este departamentos ya advirtió de que solo concederá 1,9 millones para repartir entre las nueve instituciones gallegas.

La precariedad presupuestaria -un 30 % menos que el año anterior- hace que tengan que buscar la financiación «debajo de las piedras» para sacar adelante los servicios básicos. «Nosotros vamos a intentarlo porque el pleno cree que son proyectos importantes para situar a Pontevedra en el mapa», indicó el presidente entrante, quien reconoce que hacerse cargo de las riendas de la Cámara es una tarea difícil a la que no se puede negar. Los estatutos obligan a que sea el vicepresidente primero el que se quede al frente de la institución hasta las próximas elecciones.

Un 2013 que se espera peor

El temor a no sacar adelante los proyectos no estará solo en la mesa del pleno este año. El 2013 pinta todavía peor. «Este año el presupuesto es ajustado, pero el que viene se agravará más porque las empresas que facturan más de diez millones de euros ya no están obligados a pagar la cuota», explica Gómez Rivera.

El 85 % de las compañías contribuían con 50 euros, pero son las grandes firmas las que financian las actividades de la Cámara y ayudan a la formación de las pymes. La desaparición de la obligatoriedad en el pago de la cuota hace insostenible las cuentas y con ellas los proyectos, ya que este montante representaba el 65 % de los ingresos.

Ahora es el momento de buscar salida a esta situación, a través de la creatividad y la innovación para demostrar que sus proyectos son atractivos, tal y como explicó ayer Gómez Rivera, que recalcó que el pago de las nóminas de los 14 empleados «es ahora la prioridad». Desde la institución no descartan la posibilidad de mancomunar servicios con las otras tres cámaras de la provincia, por encima de los intereses locales de cada una de ellas.