El puente alivia A Barca, pero la prueba de fuego llegará con el curso escolar
26 jun 2012 . Actualizado a las 06:59 h.Pontevedra estrenó en la noche del viernes al sábado el nuevo puente de As Correntes, y sus efectos sobre el tráfico no se hicieron esperar. Durante el fin de semana se apreció, según fuentes municipales, un descenso en la intensidad de la circulación por el puente de A Barca, más en sentido de salida de la ciudad que de entrada. Se da por hecho que la disminución del tráfico en A Barca irá a más cuando los conductores se vayan habituando a emplear el nuevo puente.
Con ser una valoración positiva, desde el Concello se admite que la verdadera prueba de fuego para As Correntes habrá de esperar a septiembre, cuando arranque de nuevo el curso escolar. En este sentido hay que enmarcar el hecho de que desde el Ayuntamiento no se presionará a la UTE que ejecutó la obra para adelantar los plazos. Así, la apertura justo en el día en que finalizó el curso, y en vísperas de un fin de semana, fueron circunstancias que no se dejaron al azar. Los expertos en movilidad defienden que cualquier cambio de ordenación hay que llevarlo a cabo cuando la intensidad del tráfico es baja, siendo el fin de semana el momento idóneo.
El concejal de Infraestruturas, César Mosquera, valoró el comportamiento del tráfico durante el fin de semana. Ayer, primer día laborable con el nuevo puente en servicio, quedó patente también que la nueva infraestructura sobre el Lérez alivia A Barca y todo el entorno de este puente: Alfonso XIII, Concepción Arenal, Pardo Bazán... Pero nadie se atreve a poner nota definitiva a As Correntes hasta que llegue septiembre.
Con la entrada en servicio de As Correntes ha quedado de manifiesto una carencia: la movilidad peatonal entre este y el puente de A Barca, en la margen derecha del río. La ausencia de aceras convierte este trayecto, si se hace a pie, en una travesía peligrosa, de ahí que ya se haya puesto sobre la mesa la necesidad de acometer algún tipo de mejora dirigida a los peatones.