El hallazgo de la «Santa María» espolea la tesis del Colón gallego

Alfredo López Penide
López Penide POIO / LA VOZ

PONTEVEDRA

La madera podría revelar la incógnita del origen de la nao capitana

18 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Ha sido una de las noticias de la semana. Este martes, el diario inglés The Independent desvelaba que el arqueólogo submarino Barry Clifford había descubierto en Haití lo que cree son los restos de la Santa María, una de las tres carabelas con las que Cristóbal Colón llegó al continente americano en 1492.

Si bien todas las fuentes consultadas consideran prematuro asegurar que el hallazgo se corresponda con la nao capitana, lo cierto es que este descubrimiento parece haber vuelto a espolear la tesis del origen gallego del navegante. A fin de cuentas de Pontevedra han salido ilustres navegantes y marineros como Gómez Charino, Jofre de Tenorio, Sarmiento de Gamboa o los Nodal y los Matos, por lo que no sería descabellado pensar en que la comarca hubiera sido cuna de Colón.

En principio, lo que el equipo Barry Clifford ha encontrado, tras años de investigaciones, sería mayormente el lastre, esto es, las piedras que se empleaban para que las embarcaciones se hundieran hasta donde interesaba, y maderas de la quilla. Precisamente, es aquí donde puede encontrarse el quiz para desvelar uno de los muchos misterios que rodean al descubrimiento.

Y es que si hay controversia sobre el origen del descubridor, otro tanto se puede decir, ya no solo del tipo de buque que era, sino de donde fue manufacturado. Con respecto a ambas cuestiones, Celso García de la Riega es contundente. Si por un lado, sostiene que «nao, navío, nave y bajel son voces genéricas que se usaban indistintamente en el siglo XV; la primera, sin embargo, expresaba a la vez mayor capacidad que la ordinaria o corriente en buques de una misma forma y arboladura», por otro, afirma que fue construida en Pontevedra.

Historia verosímil

A este respecto, se alude siempre a los documentos históricos en los que aparece bautizada como La Gallega. Entre los que defienden esta teoría se encuentran Fernández de Oviedo y el propio García de la Riega, quien incluso llego a escribir en 1897 un libro sustentando esta teoría -La Gallega, nave capitana de Colón-, mientras que el Padre Sarmiento considera verosímil que hubiese sido construida en la ciudad del Lérez.

Ahora, en el caso de que se confirme que se está ante lo que quedó de la nave capitana del insigne navegante, la historiadora Consuelo Varela, del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y especialista en Cristóbal Colón, considera que la madera de la quilla podría arrojar luz sobre el astillero donde se construyó la nave. En declaraciones a Efe, precisó que el tipo de árbol del que se hubieran obtenido los listones determinaría si la Santa María salió de un astillero del norte -tesis más probable, en opinión de la experta- o del sur de España.

Aunque reconoce que «sería maravilloso» que se confirmase el hallazgo, Varela prefiere permanecer con los pies en el suelo asumiendo que es «improbable, difícil» que se hubiera encontrado a La Gallega.

Con una tripulación compuesta de cuarenta hombres, entre los que se encontraban, al parecer, cuatro convictos, la Santa María fue comandada por Cristóbal Colón. El 12 de octubre arribó a San Salvador -no deja de ser curioso que el primer nombre con el que se bautiza una tierra en lo que hoy es el continente americano es el de la parroquia de Poio donde se dice nació el almirante-. El alcalde Luciano Sobral insistió en que «dende o Concello estamos apoiando e apostando pola posible teoría do Colón galego», si bien se mostró muy cauto a la hora de valorar el alcance del supuesto hallazgo en aguas de Haití: «Non sei si ese tema introduce algunha cousa nova que poida avalar máis a teoría».

¿Cómo se produjo el hundimiento? La historia nos sitúa en el 25 de diciembre de 1492. Las crónicas aluden a que, esa noche, un grumete se quedó al timón y no se percató de que las corrientes desplazaban la carabela hasta un banco de arena.

Un fuerte

Cuando el grumete se percató y dio la alerta, era demasiado tarde. El hundimiento era inevitable y la tripulación abandonó la Santa María, que quedó impracticable para la navegación. Colón, tras salvar todo lo salvable, ordenó desmantelar la estructura y emplearla para levantar un fuerte que, a la postre, se convirtió en la primera construcción occidental en suelo americano. Se llamó Villa Navidad y en él quedaron 39 hombres que perecieron, posteriormente, a manos de los indios Caonabo.