Banda sonora callejera de las fiestas

l. garrido PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

REBECA TIZÓN

Las charangas recorren las calles entreteniendo al ritmo de la música

15 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Se dedican a animar al ritmo de la música a todo aquel que pasa por la calle, desde los más pequeños hasta los mayores, todos disfrutan con la charanga Apeles. Carlos Ruibal es el presidente de esta asociación musical, que comenzó su andadura profesional en el 2004. Son nueve los integrantes que forman la agrupación, y una de las peculiaridades de esta charanga es su ropa. Siempre van todos iguales, cambiando cada año el vestuario, aunque se hacen reconocibles por lucir camisas hawaianas.

El nombre Apeles surgió espontaneamente de su afición por frecuentar furanchos, comer y beber «como hacen los curas», comentan en tono de humor, y en esa época el cura de moda era el famoso padre Apeles, y así se bautizaron. Lo de animar a la gente en las calles para ellos es un juego, asegura Carlos. Explican que existen diferentes entornos a la hora de tocar, a primera hora de la mañana notan más ambiente en la zona de las tiendas, y es un ambiente distinto al que hay a última hora de la tarde, «nosotros somos una charanga para todos los públicos y todos los ambientes, y nos adaptamos a lo que sea. Somos músicos de plaza, pero también hacemos pasacalles», comenta Carlos, y añade: «Nuestro repertorio está integrado por alrededor de 72 canciones y a veces repetimos alguna, pero eso depende del público. Si estamos tocando para chavales es normal que toques una canción de Shin Chan o una de Miliki. Y si estás tocando para gente mayor, pues un popurrí de los 60 o 70, o unas cumbias. Y si estás en una plaza de toros, pues unos pasodobles. Donde te encuentres». Haga sol o llueva están al pie de cañón, «no vamos a dejar de hacer fiesta, estamos para eso», expresan.

Todos los integrantes del grupo se dedican profesionalmente a ámbitos que no son la música, y la labor que llevan a cabo con la charanga se lo toman como una afición, aunque quieren dejar claro que: «Hoy en día el trabajo que estamos haciendo se ve muy perjudicado, tenemos que competir no por la calidad musical, sino por el dinero. Es muy triste que te contraten por barato, no por bueno, y eso hoy en día pasa en todas las profesiones» concluyen.