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Los Roteiros de Outono recalan en los pazos de Lourizán y Salcedo

La Voz

PONTEVEDRA

REBECA TIZÓN

El interés suscitado por esta visita hizo que se agotaran todas las plazas disponibles

21 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hoy • A partir de las 10 horas • Pazo de Lourizán y Pazo de Salcedo • La Consellería de Patrimonio Histórico continúa con los roteiros temáticos de otoño para dar a conocer la riqueza patrimonial de la ciudad y el rural de Pontevedra, así como del entorno de otros concellos. Esta es ya la tercera jornada del programa y consistirá en una visita a los Pazos de Salcedo y Lourizán, con la colaboración del Centro de Investigaciones Forestales y de la Misión Biológica de Galicia, que tienen sus sedes en dichos pazos. El interés suscitado por esta ruta ha hecho que se agotaran el número de plazas disponibles para realizar esta visita.

Los orígenes del Pazo de Lourizán se remontan al siglo XV, cuando aún era una granja. En el siglo XIX el terreno fue adquirido por el político Montero Ríos, que lo convirtió en su residencia de verano y también en un importante foro de reunión de las personalidades más influyentes del momento. En sus salones se negoció el Tratado de París, por el cual se cedieron las islas de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam.

La edificación, de estilo modernista, fue diseñada por el arquitecto Genaro de la Fuente. Destacan la escalera de piedra de corte imperial y sus profusas columnas, las grandes ventanas, las estatuas de inspiración clásica y los ornamentos. En el jardín, de estilo romántico, se encuentran diversas fuentes históricas: la de la concha, la fuente de los tornos y la fuente o gruta de los espejos, adornada con vidrios de colores.

La Diputación de Pontevedra adquirió la propiedad a principios de los años cuarenta y la convirtió en lo que en la actualidad es el Centro de Investigación Forestal de Lourizán.

En cuanto al Pazo Gandarón de Salcedo, fue mandado construir por el arzobispo Sebastián Malvar Pinto a finales del siglo XVIII, para su uso como residencia familiar. Junto a él hay un jardín que cuenta con numerosas especies vegetales, destacando la colección de camelias. En diversos puntos de la finca hay pequeñas construcciones del período en que la finca fue residencia privada, un cenador, un estanque y diversos conjuntos de mesas y asientos de piedra.

La Misión Biológica de Galicia se instaló en esta finca en 1928, propiedad entonces y hasta ahora de la Diputación. En el período anterior a 1936 destacó, sobre todo, la figura de Gallástegui, quién realizó numerosos estudios agropecuarios sobre Galicia divulgados, por él mismo, mediante publicaciones y conferencias, dedicando especial atención a los híbridos de maíz.

Tras la conclusión en 1939 de la guerra civil, la Misión Biológica pasó a depender del recién creado Consejo Superior de Investigaciones Científicas, permaneciendo ubicado, hasta la actualidad, en el citado Pazo de Salcedo.