En poco más de un mes, Manuel Bouzas Canosa dejará, por jubilación, el cargo de comisario provincial, una plaza de la que tomó posesión hace exactamente tres años.
Por aquel entonces, reconocía que «me preocupan ciertas cosas, que Pontevedra no cuente con un servicio de atención especializada a mujeres y a lo que es la violencia de género, familiar y doméstica. Habrá que afrontar esto cuanto antes». En la actualidad, la Policía Nacional no solo cuenta en la ciudad del Lérez con una Unidad de Familia y Mujer (UFAM), sino que el pasado enero el propio Bouzas Canosa anunció su intención de reforzar este servicio.
Por otro lado, y en relación con las tasas de criminalidad, lo cierto es que, en el momento de asumir el caso, la capital registraba un paulatino incremento de delitos. De hecho, ese año se saldó con 3.415 infracciones penales, un 17,2 % más que las 2.945 del 2014.
Sin embargo, a partir de ese momento, la delincuencia ha venido un constante descenso de sucesos hasta el punto de que en el primer trimestre del 2018 cayó un 13,4 %. Si en los tres primeros meses de este año se contabilizaron en la ciudad un total de 675 delitos, un año antes habían sido 779.
Sin embargo, pese a estos más que excelentes guarismos, a buen seguro que una de las espinas con las que dejará el cargo es con la de no haberse esclarecido la desaparición de Sonia Iglesias, un suceso que en este agosto alcanzará su octavo aniversario.