El coche temido por su supuesto afán recaudatorio acabó bajando las multas
PONTEVEDRA
El multamóvil llegó entre los recelos de los conductores. Cada año desde su estreno han bajado las sanciones
23 sep 2019 . Actualizado a las 21:11 h.Llegó a las calles de la ciudad en el 2014 entre los recelos de los conductores. Por mucho que el Concello insistió en bautizarlo como Ollomóbil por, no se cansaron de repetir desde la Policía Local y el gobierno municipal, su espíritu disuasorio, entre los conductores caló otro nombre: el multamóvil.
Pero lo cierto es que, desde su entrada en funcionamiento, el número de sanciones no ha hecho más que reducirse. El coche pasa por las zonas más conflictivas y toma imágenes de vehículos, por ejemplo, aparcados en zonas con tiempo limitado de estacionamiento. Luego vuelve a pasar una vez se haya rebasado ese tiempo máximo. Si el coche sigue allí, ordena la multa. Sin embargo, es una estampa común la desbandada de conductores a bordo de coches en cuanto hace su entrada por alguna calle. El resultado es que no llega a multar. Sí lo hace de forma casi automática con los estacionamientos en doble o triple fila. Pero no es el único método que tiene la Policía Local para vigilar el tráfico y las infracciones en la ciudad. Un total de 27 cámaras cubren los principales anillos de circulación de la ciudad donde se registran las mayores aglomeraciones de tráfico.
Desde la sala de pantallas vigilan los agentes de la Policía Local la avenida de Bos Aires, As Corbaceiras, Uruguai o el tramo de 12 de Novembro, avenida de la Estación y Eduardo Pondal, entre otras. No solo controlan, sino que en jornadas muy complicadas tienen la capacidad de reorganizar los semáforos y evitar los embotellamientos, así como redirigir a las patrullas hacia la zona para agilizar el tráfico en caso de atascos. La incorporación del radar en los últimos años ha permitido también a los agentes vigilar las velocidades máximas en la ciudad.
Con todo, el mayor control no está suponiendo una mayor recaudación. Los 1,1 millones recaudados tanto en el 2015 como en el 2016 son las cifras más bajas desde el 2010. Y el 2017 aún se recaudó menos.
El año con más multas de la última década fue el 2010, con más de 19.000 sanciones impuestas por los agentes de la Policía Local; y el de mayor recaudación fue el 2012, cuando se superaron los 1,5 millones de ingresos. De estos datos se traduce que antes de que entrara en servicio el multamóvil se imponían más multas y se recaudaba más. Así las cosas los conductores parecen haberse acostumbrado a su presencia y a cumplir las normas para evitar ser pillados. Cabe destacar además que no son los pontevedreses los más sancionados en su ciudad, sino los conductores de otros municipios, que copan el 63 % de todas las multas que se imponen en las calles.