Aun sin confirmarse todavía que concurrirá a las municipales, la encuesta de Sondaxe constata el crecimiento de Vox en el municipio de Pontevedra y le otorga un 2,1 % de intención de voto. Un porcentaje que se traduciría en un 3,9 % de estimación de voto, insuficiente para hacerse con un puesto en la futura corporación municipal.
La formación que lidera Santiago Abascal rasca votos en Pontevedra procedentes mayoritariamente de Ciudadanos (un 11,1 % de sus votantes en el 2015) y del PP (que perdería a un 4,8 %).
Según Sondaxe, Ciudadanos compensaría la huida hacia Vox captando a un 9,7 % de los pontevedreses que votaron PP hace cuatro años, y a un 2,1 % de los que entonces eligieron la papeleta del PSOE.
Con todo, tanto PP como Ciudadanos tienen un problema a la hora de fidelizar a sus propios votantes: el trabajo demoscópico refleja que Rafa Domínguez apenas tiene garantizado a día de hoy el apoyo del 48,4 % de los pontevedreses que en su día dieron su voto a Jacobo Moreira; mientras que Ciudadanos solo retiene al 44,4 % de sus votantes.
En el lado contrario se sitúan el BNG y el PSOE. Fernández Lores tiene garantizado el voto del 77,9 % de quienes le dieron su apoyo hace cuatro años. Y el candidato socialista, Tino Fernández, logra retener al 70,8 % de sus electores en el 2015.
Marea Pontevedra, por último, logra una fidelización del 60,9 % de sus votantes, aunque pierde un 8,7 % que ahora votarían al BNG y a un 4,3 % que de ser las elecciones hoy elegirían la papeleta del PSOE.