Los cuadros expoliados por los nazis, un revulsivo de visitas para el Museo

Alfredo López Penide
López PEnide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Rafa Estevez

En apenas tres semanas, y pese a las restricciones, cerca de ochocientas personas han visitado la exposición temporal de La Dolorosa y El Cristo

20 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La expectación generada por la exposición temporal del díptico expoliado por los nazis y localizado entre los fondos del Museo de Pontevedra se ha convertido en todo un atractivo turístico. De este modo, desde la apertura de esta muestra el pasado 25 de febrero y hasta mediados de esta semana, cerca de ochocientas personas se han desplazado hasta el Edificio Castelao para contemplar en persona los cuadros de La Dolorosa y El Cristo que originalmente eran propiedad de la princesa Czartoryski, María de los Dolores de Borbón-Dos Sicilias y Orleans, quien estaba casada con Augustyn Józef Czartoryski, hasta que fueron robados por los nazis.

El propio vicepresidente de la Administración provincial, el nacionalista César Mosquera, reconoció que «se ten detectado un importante interese nas obras», que están instaladas en la sala 1 del primer piso del Edificio Castelao. Junto a ellas el Museo de Pontevedra ha dispuesto una breve reseña explicativa y un código QR que permite ampliar la información de su historia y trazabilidad.

En principio, la intención es que la exhibición de ambas piezas se mantenga hasta el momento que se restituyan a sus legítimos propietarios. Esta cuestión aún está por determinar, toda vez que el Ministerio de Cultura tiene sobre la mesa, al menos, dos reclamaciones, una por parte del Gobierno polaco y otra por parte de la familia y descendientes de los Czartoryski.

A este respecto desde el Museo de Pontevedra han venido explicando que el primer contacto que recibieron alertado de un posible expolio fue por parte de Mariusz Wisniewski, del departamento de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y Patrimonio Nacional de Polonia, durante el confinamiento del primer estado de alarma por el coronavirus. La documentación que aportaron aludía a que el díptico pertenecía «á colección da princesa Czartoryski en Go?uchów que fora roubada polos alemáns durante a Segunda Guerra Mundial. Ambas pinturas, tras saír de Varsovia en 1944, reapareceron no comercio de arte de Madrid en 1973 e, previamente, en Barcelona no 1971».

Las dos piezas llegaron al Museo de Pontevedra con la Colección Fernández López de pintura que la Diputación de Pontevedra adquirió en 1994 por seiscientos millones de pesetas.

Nueva autoría confirmada

Si bien inicialmente ambas obras fueron atribuidas a Dieric Bouts (Haarlem, 1415-Lovaina, 1475), un informe de l directora del Instituto Moll, Ana Diéguez, por encargo do Museo, descartó esta autoría, por lo que, «case con total seguridade pertenzan a algún membro do taller do seu fillo Albert Bouts». Desde la entidad pontevedresa reseñaron que «isto dátaas nun período máis tardío do século XVI, algo que encaixa tamén coa cronoloxía e o tipo de marco tan significativo con casetóns e textos sostidos por anxos que presentan».

Dado que posiblemente que esta sea la última vez que el Museo pueda exponer ambas piezas, César Mosquera animó a la ciudadanía a visitar la exposición y aprovechar la oportunidad de ahondar en la historia de dos obras «que están suscitando curiosidade entre as persoas que visitan o Museo e que preguntan por elas de forma habitual».

Lo cierto es que esta muestra, junto con la dedicada al fotógrafo José Suárez, son culpables, en gran medida, de que el Museo de Pontevedra esté recuperando la afluencia de público que registraba antes del cierre obligado por la pandemia. «Están a servir de atracción para o público, que repunta, incluso participando nos obradoiros e actividades programadas», confirmaron.