El rey emérito deja Galicia con la promesa de regresar «pronto»

Marcos Gago / Iago Gayoso / Á. P.

PONTEVEDRA

El rey emérito, acompañado de la infanta Elena, embarca en Peinador tras su estancia en Galicia
El rey emérito, acompañado de la infanta Elena, embarca en Peinador tras su estancia en Galicia Xoán Carlos Gil

Su avión despegó de Vigo a las 10.30 y aterrizó nueve horas después en Abu Dabi. Juan Carlos I al salir de Sanxenxo: «Me voy muy contento y feliz, gracias por haberme ayudado a estar y estar tan bien como he estado»

07 sep 2023 . Actualizado a las 22:50 h.

El rey emérito ha dejado Galicia poniendo fin a su tercera visita a Galicia desde su marcha a Abu Dabi en el 2020. Juan Carlos I tuvo unas palabras con la prensa que aguardaba su salida frente a la casa de Pedro Campos en Nanín, donde se alojó a su llegada el miércoles a Sanxenxo.

Desde el coche que conducía Campos y con la ventanilla bajada, tras saludar, manifestó: «Me voy muy contento y feliz, gracias por haberme ayudado a estar y estar tan bien como he estado». Ante las preguntas de los periodistas de cuándo va a volver a Galicia, solo añadió: «Pronto».

El rey emérito viajó en dirección al aeropuerto de Vigo. En Peinador lo aguardaba un avión que partió a las 10.30 hacia Abu Dabi. A diferencia de otras veces, la marcha de Juan Carlos I no despertó expectación. El embarque y el despegue se produjeron en medio de una lluvia fina y algo de niebla. 

En la pista de Peinador pudo verse también a la infanta Elena, que se despidió de su padre con un cariñoso abrazo, antes de montarse ella misma en otra aeronave. El rey emérito, por su parte, embarcó en el mismo Bombardier que le trajo hasta Galicia el miércoles pasado. 

La infanta Elena abraza a su padre en la pista de Peinador
La infanta Elena abraza a su padre en la pista de Peinador Javier Vázquez | EUROPAPRESS

En el aeropuerto fue desplegado un amplio dispositivo de seguridad que incluía al equipo Pegaso de la Guardia Civil, que utiliza drones para su labor de vigilancia.

El avión aterrizó a las 19.20 horas (españolas) en el aeropuerto Al Maktoum International Airport, un pequeño aeródromo entre Dubai y Abu Dabi.

El exmonarca acudió a Sanxenxo para participar en una regata de la Copa de España de embarcaciones de vela de seis metros de eslora. El Bribón, el barco que capitanea Juan Carlos I, ganó la regata, en la que también compitió su hija Elena a bordo del Alibaba. El rey emérito acudirá a una nueva competición en unos días, en esta ocasión para el mundial de esta categoría de vela en la isla de Wight, en el sur de Inglaterra.

Visitas anteriores y apoyo de la infanta Elena

Juan Carlos I ha recalado en Galicia en todas las visitas que ha hecho a España desde que en el 2020 se instaló en Abu Dabi, tras verse salpicado por acusaciones sobre presuntos pagos irregulares en el extranjero y sobre su fortuna oculta. Entonces, el aeropuerto de Peinador fue el elegido para su salida del país.

El aeródromo vigués también ha sido el que lo ha recibido en sus tres regresos a España. El primero se produjo en mayo del 2022, en medio de una gran expectación. Ya entonces se alojó en la casa de Campos. Y, como en esta ocasión, estuvo acompañado por su hija Elena, que es la que más veces se ha dejado ver con él en estos tres años de autoexilio

. En aquella visita, el emérito se dejó ver en distintos lugares de Sanxenxo, navegó por la ría, aunque no compitió, e incluso fue a ver un partido de balonmano en Pontevedra, en el que jugaba su nieto, Pablo Urdangarin. Se dejó fotografiar, e incluso dejó a la prensa una frase para la polémica. «¿Explicaciones de qué?», decía entre risas, al ser preguntado sobre si iba a dar algún tipo de respuesta sobre sus polémicas. Nada de eso sentó demasiado bien en Zarzuela, por lo que la breve visita que hizo a su hijo, el rey Felipe VI en Madrid antes de volver a Abu Dabi no fue del todo cordial. 

Así las cosas, su segunda visita a España, la que hizo este pasado mes de abril, tuvo un perfil mucho más bajo. De nuevo escogió Sanxenxo como destino. Y de nuevo el chalé de Campos como refugio, del que no salió más que para navegar algunas horas a bordo del Bribón. A la prensa no le dio más que saludos y sonrisas, tras la ventanilla del coche o desde el pantalán. Fueron cinco días marcados por la discreción, y por la lluvia. Antes de volver a los Emiratos Árabes, recaló en Vitoria para hacerse una revisión médica.

Esta tercera estancia en Sanxenxo siguió el guion de la de abril. Eso sí, en esta ocasión el buen tiempo le dejó tanto entrenar como competir.