El Mundial de Tere

PONTEVEDRA

Tere Abelleira coge la mano de su padre en el partido de cuartos de final del Mundial con Países Bajos
Tere Abelleira coge la mano de su padre en el partido de cuartos de final del Mundial con Países Bajos AMANDA PEROBELLI | REUTERS

La futbolista pontevedresa, la mejor valorada hasta ahora en el Mundial femenino, es el vivo ejemplo de la superación que encarna la selección española

13 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La pontevedresa Tere Abelleira, la futbolista mejor valorada hasta ahora en el Mundial Femenino que se está disputando en Oceanía, es el vivo ejemplo de la superación de una joven que comenzó jugando a su deporte favorito entre chicos. Nada menos que durante once años en la A. J. Lérez, lo que podía compatibilizar con el fútbol sala militando en el Poio Pescamar. Hasta que por fin fichó por el Deportivo Abanca y luego, ya fue contratada por el Real Madrid, donde ya es una de las estrellas del equipo y de la Liga F.

La suya es una de las 23 historias de superación que protagonizan las jugadoras de la Roja. En el caso de Tere, en el ámbito de una ciudad, Pontevedra, donde el fútbol «de chicas», era una excepción singular. Afortunadamente vamos mejorando.

Pese a semejantes dificultades de partida, Tere, con solo 23 años, ya es considerada, según la plataforma Sofascore, como la jugadora más valiosa de este Mundial, con una nota de 8,23, según publicó anteayer La Voz de Galicia. Esa valoración se deduce de los pases por encuentro que ha realizado la pontevedresa a sus compañeras. Y, de entre ellos, los pases clave que, la jugadora con el dorsal número 3 de la selección, ha prestado en forma de asistencias a sus compañeras de selección. Los pases que han permitido que España alcance las semifinales, en un hito histórico.

Espaldarazo

Los éxitos de Tere que, son los éxitos de la selección española en el Mundial 2023, reivindican al deporte femenino, ponen en valor a las futbolistas españolas y a la Liga F Iberdrola que, cada vez goza de mayor repercusión mediática. Incluso comportan otras reivindicaciones que, más adelante, explicitaré.

Urge decir que las retransmisiones de los partidos de la selección femenina de fútbol por parte de RTVE suponen un espaldarazo que contribuye decisivamente a la puesta en valor de este deporte y, por extensión, de todo el deporte femenino. Tanto o más de lo que supusieron en su momento, las victorias de tenistas como Arancha Sánchez Vicario o Conchita Martínez, de Carolina Marín en bádminton o Mireia Belmonte en natación. El poder de convocatoria del fútbol supera con creces a esos otros deportes.

Es cierto que los horarios de las retransmisiones han sido demenciales, complicando la consecución de audiencias que en otras condiciones se habrían multiplicado. Pero, aún así, hemos sido muchos los que hemos desafiado al sueño y a los madrugones, para seguir las gestas de la selección. Como el viernes pasado para seguir desde de las tres de la madrugada la eliminatoria de cuartos de final contra Países Bajos. Con propina de vigilia ya que llegó a la prórroga, aunque mereció la pena por el resultado, saldado con un gol excepcional de la jugadora Salma Paralluelo, una chica de color, de origen aragonés y guineano, quien protagonizó un contraataque fantástico.

El ejemplo reivindicativo que propician los éxitos de la selección femenina de fútbol se traduce en ciudades como Pontevedra en iniciativas como la que emprendieron Javier Vázquez y su esposa, Patricia Ferro, en la tienda de ropa infantil Mr. Bambú, que regentan en la calle Cobián Roffignac de esta ciudad.

Referencia a seguir

Como les ha contado este mismo periódico, su escaparate se ha convertido en un espacio de reivindicación de Tere Abelleira y sus compañeras de la selección que constituyen una referencia a seguir por cientos de niñas de Pontevedra que quieran jugar al fútbol sin miedo a comentarios o clichés. Como los que tuvo que superar la propia Tere pese a ser hija de Milo Abelleira, fino centrocampista recordado en Pasarón, luego entrenador y director deportivo, cuyos genes futbolísticos ha heredado.

Uno de esos clichés incrustados en el ideario de nuestra sociedad, penaliza a las mujeres que juegan al fútbol en categorías relevantes a consecuencia de una pretendida imagen masculinizada que trasladarían. Semejante cliché, aparte de denostado, solo merece una réplica: la visión normalizada y sin aspavientos de otras orientaciones sexuales que existen entre nosotros. Como ocurre entre las 23 jugadoras que componen la selección española.

La pontevedresa Tere Abelleira ha sido una de las varias víctimas de comentarios e insultos homófobos publicados en redes sociales. Especialmente hace años cuando siendo jugadora del Deportivo de A Coruña desveló su relación sentimental con Patricia Curbelo, también jugadora del club coruñés.

Johannesburgo

Muchos, entre quienes me incluyo, hemos empezado a revivir las sensaciones que tuvimos cuando en el Mundial de fútbol masculino de 2010 en Sudáfrica, la selección dirigida por Vicente del Bosque se plantó en la final de Johannesburgo para derrotar a Holanda. Gracias a ese histórico gol de Andrés Iniesta que nunca olvidaremos. La primera y única vez —hasta ahora— en la que España logró plantarse y ganar una final para alzar la Copa del Mundo.

Ahora son las componentes de la selección femenina de fútbol, entre ellas la pontevedresa Tere Abelleira, las que se encuentran a dos partidos de poder alzar un título mundial que sería histórico. Aunque lo que han hecho, es formidable. ¡Enhorabuena!