Os de Sempre, tras cerca de seis décadas de historia, se despiden del carnaval de Pontevedra
PONTEVEDRA
El grupo, que atesora más de un centenar de premios en sus 56 años de existencia, anunció que ya no acudirá al entroido
04 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El carnaval pontevedrés no será lo mismo este año. Y es los aficionados a estas fiestas se sentirán algo huérfanos al no contar con la compañía de Os de Sempre, cuyos integrantes han dicho adiós a un entroido en el que llevaban participando desde hace casi seis décadas. «Hay un poco de pena de que esto haya acabado así, pero la situación es irreversible, esperada... Me gustaría despedirlo que una forma más sonada, pero no hubo opción», reconoce Carlos Mouriño, de 76 años, quien vivió la historia del grupo desde su fundación.
Asegura que es una espinita que no tienen intención de sacarse: «A nivel personal, a lo mejor, alguno sale disfrazado porque eso está en el espíritu de cada uno, pero como grupo está clarísimo que se finiquitó», sostiene aludiendo a los motivos que se encuentran detrás de esta decisión: «Primero, porque son 60 años. Empezamos con 18 o 20 y tenemos la edad que tenemos, las fuerzas cada vez van fallando y en medio entra algún problemilla de salud también... Se mezclan situaciones familiares diferentes. Hay quien ya no vive en Pontevedra y tendría que desplazarse para venir a trabajar».
Sin relevo generacional
Y es que hay que tener en cuenta que Os de Sempre trabajaban casi diariamente los desde dos meses antes de que fuera el carnaval, desde la semana siguiente a Reyes. Además, a todo esto se sumó este año el hecho de que «el taller, que durante muchos años colaboró con nosotros gratuitamente dejándonos un espacio o los medios, cambió un poco la concepción de negocio y ahora no hay espacio para este material», añade Mouriño.
Al tiempo, reconoce que no hubo relevo generacional, algo que considera se puede explicar por el hecho de que «la gente joven es más difícil que se comprometa (...). No es fácil que eso se vaya revitalizando y aparte de que ha cambiado muchísimo el carnaval. No es que se haya profesionalizado, pero el desfile de carnaval es muy exigente».
«Ya no es el carnaval que conocíamos de hace cincuenta años, que te vestías, hacías algo alegórico al disfraz que llevabas, pero ahora estamos hablando de carrozas, tiempo y dinero. Relevo generacional no hay porque, a pesar de que tenemos en la peña gente de cuarenta y tantos años, trabajan fuera, no son todos de Pontevedra y vienen solamente a las fiestas. Es trabajar un día tras otro y, sobre todo, los últimos quince días, muchas noches apenas sin dormir para sacar eso adelante», apunta Cándido Sánchez, Tucho.
El origen de Os de Sempre está ligado irremediablemente al Casino Mercantil. Allí fue donde se gestó en plena dictadura franquista cuando el carnaval en la calle no estaba permitido. Su germen está asociado a la persona de José Antonio Dapena, uno de sus fundadores. «Considero que el año de alta como grupo fue 1968», apunta Mouriño rememorando aquel primer disfraz, Trasplante de corazón, en homenaje al doctor Barnard.
El carnaval en la calle
La explosión del grupo vendría con la democracia. Corría 1984 y Pontevedra disfrutaba de su primer carnaval en la calle. De eso hace hoy cuatro décadas, una efeméride que el Concello homenajea en la edición de este año del entroido. «Nos volcamos inmediatamente. Los primeros años lo compatibilizábamos con el Mercantil, pero luego ya vino de la Parodia y ya no dábamos para todo».
El historial de premios que acumulan, fácilmente más de un centenar, es buena prueba de su implicación de unas fiestas de las que, en el 2014, fueron pregoneros. «Hubo años en los que sacamos dos primeros», resaltan.
Composiciones favoritas
Si se les pregunta por aquellas composiciones que recuerdan con más cariño, tienen claro que sería la del Trolebús. De igual modo, aluden a la del lavadero municipal, la banda de música, el Bribón, el tranvía. «Hubo muchas y muy buenas», acota Tucho, al tiempo que señalan que en la Muestra da Parodia aún se recuerda su Full Monty o la representación de los funambulistas.
Y sobre el carnaval actual, coinciden en que «es muy estable, pero con miedo a ese cambio generacional, a que la gente joven no se sume a hacer estas parafernalias que montábamos nosotros en su momento. Gente que tenga el humor de ponerse algo, que improvise en cuatro días y salga a la calle lo va a seguir habiendo».
«Bajo mi punto de vista —incide Cándido Sánchez—, el carnaval de Pontevedra está un poco estático. Es un copia y pega de todos los últimos años. Habría que buscarle algún aliciente por parte de los grupos, por parte de las comparsas, del Concello e, incluso, por parte del comercio y la hostelería».
En este punto, Tucho apunta que entiende que hay «poca consideración, incluso, hacia los de Pontevedra. Nosotros y todos grupos tenemos un hándicap muy grande. Si te fijas, hay muchas góndolas, camiones, hay muchas plataformas. Al final, son carrozas y hacerlas te requiere un espacio que no tienes o tienes que pagar un alquiler. Esto nos retrae un poco».
El secreto de aguantar ininterrumpidamente 56 años juntos lo desvela Tucho tras reconocer que «es difícil mantener una peña y más mantenerla tantos años estando en activos, pero es que teníamos una ventaja, que nos reuníamos solamente para carnaval. Nos reuníamos el sábado siguiente al Día de Reyes y había gente que no nos mirábamos en todo el año. Si estamos todos los días viéndonos, eso desgasta y produce roces».