
Afirma que los jóvenes que han visto morir a alguien en condiciones lamentables quieren prevenir ese trance
09 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Ascensión Cambrón (Córdoba, 1943) estuvo en Pontevedra para hablar del testamento vital y de cómo ejercer el derecho a morir dignamente, invitada por el Sindicato Comarcal de Pensionistas e Xubilados de Comisiones.
-¿La sociedad conoce la ley gallega de derechos y garantías de la dignidad de las personas enfermas terminales?
-Es completamente desconocida a pesar de que la propia ley incluye, en un añadido final, que el Ejecutivo gallego la dará a conocer en tres meses a la ciudadanía y también entre gestores profesionales. Como no lo está haciendo nadie y, a raíz del caso Andrea -la niña de 12 años de Noia que murió el 9 de octubre después de que sus padres pidieran una muerte digna-, se ha creado una cierta inquietud sobre si lo que la ley dice se cumple. Si no se conoce, mal asunto.
-Previamente a la ley se creó en Galicia el Registro Galego de Instrucións Previas que permite decidir sobre cuidados médicos y el destino de los órganos...
-Fue una ley orgánica a nivel del Estado, la 41/2002, de autonomía del paciente, la que abrió la puerta a que distintas autonomías luego la trasladaran a su legislación. Empezó Andalucía, siguió Aragón, Navarra, Canarias y Baleares. El País Vasco está discutiendo la suya y aquí en Galicia el PSdeG presentó un anteproyecto en el 2014 que concluyó en la aprobación de la ley este año. La ley estatal habla de la necesidad de pedir a los pacientes su consentimiento informado si se los somete a determinadas prácticas que atañen algún riesgo. El registro del 2007 tiene ahora el amparo de la ley gallega.
-¿Qué dudas le traslada la gente?
-La primera duda es sobre la dificultad de la apertura de los registros para entregar el documento de voluntades anticipadas. A día de hoy lo hay en las cuatro capitales, en Vigo, Santiago y Ferrol. El resto de ciudadanos, vivan en los Ancares o en Carnota, tienen que desplazarse o ir a un notario. Quienes intentan hacerlo de forma telemática dicen que es imposible. También puede hacerse con tres testigos, pero queda la duda de dónde se entrega el documento. Este asunto tenemos que resolverlo con la Administración sanitaria. Pensamos que ha de darse un trato igual a todos los ciudadanos.
-¿Y qué proponen?
-Lo lógico sería que los pudieran recoger en los centros de salud, que es adónde van los ciudadanos, o que pudiera hacerse por vía telemática. Aunque la firma digital ya es un elemento persuasivo.
-¿Qué supuso la batalla de los padres de Andrea?
-Lo primero, las dificultades que encuentra esta ley para que los pacientes vean satisfecho su derecho de morir con dignidad. ¿Por qué? Porque hay a veces dificultades de razón, ideológicas... Personas con poder que no entienden que la base social está formada por concepciones plurales y el que tiene un cargo con responsabilidad pública, sea un médico o un magistrado, tiene que tratar de hacer cumplir la ley.
-¿Crece la demanda social sobre las últimas voluntades?
-Sí. Yo vivo en A Coruña y me dicen que hay un aumento de peticiones, una media de cinco testamentos vitales al día. Nos solicitan información gente de mediana edad, jóvenes y también mayores. Los jóvenes que han visto morir a alguien de su familia en unas condiciones lamentables quieren informarse y prevenir ese trance.
ascensión cambróN INFANTE doctora en filosofía