La villa registró una alta afluencia de visitantes con una previsión favorable para agosto
26 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El 25 de julio, Día de Galicia, miles de personas se dieron cita en Santiago, con motivo de la efeméride más relevante del calendario autonómico. Pasó en Compostela y también en Sanxenxo, aunque en este segundo caso se podría más bien hablar de un «peregrinaje» turístico. Para la localidad costera pontevedresa, supuso la remontada turística después de un domingo flojo, resultado de las elecciones. Ahora Sanxenxo enfila la recta final de julio y el mes de agosto con excelentes expectativas de visitantes.
En lo concerniente a este martes, ni el viento que sopló de vez en cuando, ni las nubes que ocultaban el sol por la mañana, impidieron que miles de turistas cumpliesen con el precepto vacacional y Silgar se llenase hasta donde pudieron coger las sombrillas.
El domingo electoral supuso un bache en la curva ascendente de las visitas a Sanxenxo en el puente del 25 de julio, circunstancia que llevó al presidente del Consorcio de Empresarios Turísticos (CETS), Alfonso Martínez, a resaltar que los comicios generales repercutieron en la existencia de dos «minipuentes», uno que acabó el domingo por la mañana y otro que empezó el lunes por la mañana, aprovechando el público ese intervalo para su cita con las urnas. Este martes, sin embargo, Sanxenxo estuvo lleno de bote en bote y todo parece indicar que lo seguirá estando un tiempo. Solo hay que acercarse por la capital turística de las Rías Baixas para comprobarlo.
Hay varios factores que delatan el éxito o el fracaso de una jornada festiva en Sanxenxo. El primero que sienten siempre los visitantes es el tráfico. Si hay retenciones para entrar en hora punta o dificultad para aparcar, entonces es un síntoma de que hay mucha gente. Ese elemento se cumplió este martes. Ni en Sanxenxo, ni en Portonovo fue fácil aparcar. Los párkings disuasorios se llenaron y los huecos cuando un coche se movía en las calles o incluso arcenes, se llenaron sin que pasasen ni cinco minutos de espera.
Silgar, Baltar y el rural
En el rural, la estampa fue parecida. En los accesos a las playas solo se veían coches y un trasiego constante de personas con sombrillas y sillas de playa. Esta imagen se repitió en Areas, Paxariñas, Montalvo, Major o Canelas. Este 25 de julio fue un día de coches aparcados en las vías secundarias y junto a los maizales. Será lo habitual todos los días soleados hasta septiembre.
Silgar, la playa más emblemática y concurrida de la ría de Pontevedra, se llenó de sombrillas de todos los colores, mientras los bañistas disfrutaron de paseos por la orilla o se zambulleron en el agua. El día fue mejorando según transcurrieron las horas y los turistas bajaron al arenal en gran número, actividad que complementan con el paseo por el frente marítimo, concurrido como si se tratase de la AP-9 en hora punta, o con el terraceo, en los numerosos locales hosteleros del entorno.
En Portonovo, Baltar vivió idénticas escenas. Desde primera hora del martes se dio comienzo a actividades deportivas infantiles y juveniles en el arenal. En Rafael Picó, os turistas formaron largas colas delante de las casetas de las navieras para asegurarse el billete que les llevará a Ons. El enclave buenense ha colgado el cartel de completo para las personas que no hicieron reserva previa y solo quedan plazas del viernes en adelante.