El bipartito de Teo aprueba los salarios gracias a la abstención final del BNG

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

El gobierno local cobrará lo mismo que en el año 2015 y tendrá 5,5 dedicaciones

01 ago 2019 . Actualizado a las 05:05 h.

El bipartito en minoría de Teo, formado por un gobierno de cuatro representantes de Son de Teo y otros tantos cargos electos del PSOE, consiguió aprobar al límite su propuesta de dedicaciones exclusivas gracias a los dos votos en blanco del BNG, ya que los populares, con siete concejalías, repitieron el no de la anterior votación, que dejó al ejecutivo sin salarios porque en ese momento el BNG también se opuso al primer reparto.

El cambio de la negativa a la abstención cuajó después de que el regidor, Rafael Sisto (Son de Teo), modificase en el pleno de ayer, y sin aviso previo, la anterior propuesta que vetó la oposición. La nueva rebajó el importe de las cinco dedicaciones y convirtió un 75 % de una jornada laboral en media.

El importe final corresponde a los salarios aprobados en el 2015 y asciende, en total, a 185.000 euros brutos anuales. Esta cifra supone cinco mil euros menos al año que el tope máximo que el Bloque dijo que estaba dispuesto a permitir. Esto implica que Sisto cobrará 40.000 euros brutos al año (proponía 42.000), las concejalías con dedicación completa bajan de 34.400 a 32.000 y la parcial cae de 25.800 (75 % de jornada) a 17.000 euros (jornada del 50 %).

El cambio de criterio de ambas partes se escenificó en un clima de tensión entre el regidor y Manuel Anxo Fernández, portavoz del BNG, que reprochó al alcalde plantear el cambio sin aviso previo para que su partido pudiese analizarla. Ante la inminente votación, Fernández pidió un receso para formular una consulta interna con su partido.

Tras este parón, el Bloque anunció el voto en blanco, no sin antes insistir en que el importe de las dedicaciones no era la causa de su anterior voto en contra, sino la «falta de diálogo» y la actitud de Sisto, al que instó «a deixar a chulería fóra do pleno». También reiteró que su oposición principal era el número de dedicaciones, que no ve justificadas. Ante esta valoración, el alcalde argumentó que el gasto propuesto entraba en los límites que pedía el BNG y que era decisión del ejecutivo cómo organizar las áreas y el reparto de las consiguientes dedicaciones.

El PP mantuvo el sentido de su voto y fue especialmente crítico con la actitud del grupo de gobierno, al afirmar el edil Antonio Reyes que lo ocurrido era «una vergüenza». Y Manuel Guerra, portavoz popular, recordó que todo se había hecho de espaldas a la lista más votada, el PP.

Uxía Lemus (PSOE) señaló que con la incorporación del gobierno al trabajo en el Concello se pondrá fin a la parálisis de gestión, ya que hasta ahora solamente el alcalde, vinculado a la enseñanza, podía acudir al Concello por la mañana. Para el PP, las asignaciones económicas no supondrán gran cambio porque, según Guerra, «todo o Concello está patas para arriba».