Retiran el cableado que colgaba sobre varias ventanas en el polígono de Vista Alegre

r.m. LA VOZ

SANTIAGO

El arreglo ha liberado varias ventanas del domicilio de Conchita López, pero ahora le ha trasladado el problema a otra
El arreglo ha liberado varias ventanas del domicilio de Conchita López, pero ahora le ha trasladado el problema a otra Sandra Alonso

La solución no es del todo satisfactoria para Conchita López, pues el apaño le ha bloqueado ahora la del lavadero

05 nov 2022 . Actualizado a las 19:29 h.

La denuncia pública de Conchita López sobre las dificultades para abrir las ventanas de su vivienda, en el polígono de Vista Alegre, por la presencia del cableado descolgado sobre la fachada ha tenido respuesta de la compañía suministradora, aunque no del todo satisfactoria. Después de cuatro años reclamando una solución, la compañía ha recolocado estos días el tramo que le impedía abrir con total libertad las ventanas de varias estancias de su domicilio. El tendido continúa descolgado sobre la fachada, pero al menos ya no obstaculiza su apertura.

Al menos en las ventanas afectadas hasta ahora, porque la intervención ha trasladado el problema a otra, la de la zona del lavadero. Los cables se cruzan ahora sobre esta y abrirla no solo requiere fuerza, sino que el peso del cableado la fuerza hacia abajo e impide que pueda permanecer accesible, afirma Diego Barreiro, hijo de Conchita. «Y a mi madre, esa ventana también le hace falta, para secar la ropa y airear la cocina», dice, tras ir a ver ayer cómo quedó el arreglo después de que una vecina informase a Conchita López, que está pasando unos días en casa de Diego, de que la compañía había intervenido en su fachada. Ni siquiera le habían notificado que irían.

Sandra Alonso

Tampoco los representantes vecinales tuvieron constancia previa, con lo que el presidente de la asociación Álvaro Cunqueiro, David Ríos, desconocía ayer si se había intervenido en otras fachadas, porque hay más viviendas con dificultades para abrir sus ventanas.

En el caso del domicilio de Conchita, los cables que antes atravesaban a la altura de sus ventanas pasan ahora por encima del cartel del gimnasio que hay bajo la vivienda, pero ese apaño no ha sido completo y demanda una solución para la zona del lavadero. «Pide que al menos le dejen esa ventana con cierta holgura» para abrir, dice su hijo, que reclama «que quede todo zanjado» ya porque «esto le está restando calidad de vida». Diego no entiende que para ese arreglo hayan tenido que esperar cuatro años, el tiempo que los vecinos de la zona, y Conchita expresamente, llevan reclamando una solución, pero definitiva: «Los cables tienen que desaparecer de ahí cuanto antes», dice el joven.

Así lo está demandando el barrio desde que concluyó la reforma de la urbanización del polígono, que dejó gruesos cables, y en algunos casos colgando, como el expuesto por Conchita López, sobre las fachadas. El Ayuntamiento ha requerido en varias ocasiones a la compañía que los canalice por el subsuelo, por la red que quedó hecha con esa reforma, pero la última contestación de esta es que tenían un problema de prioridad de inversiones, algo que no ha sentado bien entres los vecinos. «Ese non é o noso problema», afirma David Ríos, cuando el barrio lleva años esperando por una solución que no acaba de llegar y para la que ahora han pedido el amparo del Valedor do Pobo.

Ríos expone que «a reforma da lei xeral de telecomunicacións di que nos edificios novos ou restaurados non pode quedar ningún cable colgando, nin instalar novos cables, só poden baixar por tubería ou enterralos», además de recordar que aunque la ley diga también que el 50 % del coste de la canalización debe ser asumido por el Ayuntamiento, este ya asumió el 55 % al hacer la reurbanización del barrio.

Este y otros problemas que quedaron pendientes tras aquella reforma urbana centrarán la reunión que la asociación vecinal mantendrá este lunes con el alcalde, que la semana pasada ya indicó que requerirían de nuevo a las empresas suministradoras de servicios por tendido aéreo para que procedan a su enterramiento. Desde que concluyó esa reforma, los vecinos se han considerado desamparados por los distintos gobiernos municipales para aportar una solución a estos problemas.