Un estudio premiado por la Cátedra do Camiño de la USC advierte sobre la «turistificación» de Compostela
SANTIAGO
Apuntan la responsabilidad de los poderes públicos para una sostenibilidad que «equilibre los intereses de todas las partes»
03 jul 2023 . Actualizado a las 18:45 h.«Los poderes públicos son responsables de construir un modelo de sostenibilidad turística que equilibre los intereses de todas las partes intervinientes y el Camino de Santiago debiera conformarse en torno a esta propuesta conjunta y respetuosa con estos objetivos». Esta es la conclusión central del estudio titulado «El Camino de Santiago: ¿Senda o precipicio?», obra de Silvia Pérez Freire y Fátima Braña Rey, profesoras de la Universidade de Vigo, uno de los diez trabajos incluidos en la amplia investigación sobre el papel de las comunidades locales en los itinerarios jacobeos que acaba de obtener el premio que concede anualmente la Cátedra do Camiño de Santiago e das Peregrinacións de la USC, que dirige Miguel Taín Guzmán. «Comunidades locais e caminhos de Santiago. Alianças e ameaças» es la obra galardonada, con edición a cargo de Carlos Pazos-Justo, Beatriz Busto y Susana Sotelo Docío.
El análisis de Silvia Pérez y Fátima Braña explica, citando a diversos especialistas, que el turismo patrimonial o cultural se ha incrementado en este siglo por saturación y agotamiento de los destinos que se basan en el modelo de sol y playa, y el escenario actual supone asumir la contradicción entre la necesidad de conservar los bienes patrimoniales y su utilización en el mercado turístico como recursos, lo que plantea retos mayores de gestión cuando estos bienes especialmente sensibles, como las ciudades históricas, «se ven saturados por la concentración espacial y temporal, por el exceso de visitas o una gestión deficiente de los flujos de turistas». Así, es necesario plantear la gestión turística desde el punto de vista de la sostenibilidad y diversificar la economía, «promoviendo que las áreas o zonas turísticas, en el caso de Santiago su casco histórico, sean zonas de residencia y servicios para los ciudadanos y para los turistas, contribuyendo a la convivencia amable» entre ambos.
Las investigadoras indican que diferentes estudios constatan los problemas de capacidad de carga del Camino Francés y de Santiago de Compostela, y señalan como causa que en la peregrinación jacobea se dan una atmósfera y actividades percibidas como auténticas que hacen un destino más satisfactorio y que sea recurrentemente visitado. El Camino y la ciudad de Santiago «son parte del patrimonio cultural, reconocido y objetivado, que a través de políticas de promoción turística han conseguido posicionar ruta y ciudad en un destino saturado». Se podría estar hablando de «turistificación», añaden las autoras, que citando a Knafou y Sack explican que este término va más allá de las consecuencias territoriales de la sostenibilidad y se trata de «un proceso que posibilita la apropiación de la identidad del territorio por parte de un grupo, actor o agente, cuya identificación común será la práctica y la economía turística», lo que configura un nuevo espacio y una nueva forma de habitar la ciudad. «¿Es esto lo que está sucediendo en Santiago de Compostela con el Camino?», se preguntan.
Esta investigación recupera y revisa los datos de un amplio muestreo realizado en Santiago, Ames y Teo por la Red Galabra en el 2015 y actualizados en el 2018, destacando que el 70 % de los visitantes de la ciudad no son peregrinos, que la población local (más del 67 %) opina que hay elementos significativos de valor que se quedan fuera de la proyección turística que se realiza de Santiago, y que el 40 % de los comerciantes del núcleo urbano desearía otro tipo de turista.