Ryanair paga con el freno a su expansión en Santiago el primer año de su fuerte recorte de rutas

s. lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Álvaro Ballesteros

El crecimiento de la aerolínea irlandesa en Lavacolla se limitó a 1.600 viajeros en el 2024, después de ganar 124.000 en el 2023

18 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La estrategia de repliegue que Ryanair está aplicando a su oferta en Santiago tiene una repercusión evidente para los viajeros, que ven mermadas sus opciones para desplazarse en vuelos directos con otras capitales europeas, pero también pasa factura al negocio de la aerolínea. Así lo acreditan los balances de tráfico del 2024, que constatan una brusca desaceleración en el crecimiento sostenido que la compañía mantenía en el Rosalía de Castro. Aunque no perdió usuarios, porque compensó el tijeretazo en las rutas exteriores con un refuerzo de las de sol y playa, Ryanair vio frenada su expansión en un ejercicio en el que su crecimiento se limitó a 1.600 viajeros más que en el 2023, año que había cerrado con un incremento de 124.000 respecto al 2022.

La compañía canceló durante la pasada temporada de invierno los vuelos directos con Burdeos, Bolonia, Dublín, Marsella, Bruselas. Edimburgo, Memmingen y París. Fue un primer recorte al que después dio continuidad en la campaña estival del 2024 —en la que ya no reactivó los servicios con París, Burdeos, Marsella y Edimburgo— y en el que ahondó en la actual temporada de invierno, en la que su oferta exterior se limita a la conexión con Londres (Stansted). Para amortiguar el impacto de esos ajustes, Ryanair incrementó en la pasada campaña estival tres frecuencias semanales a Barcelona, dos a Málaga y Valencia, y una a Lanzarote, Alicante, Bruselas y Dublín. Y salvó la temporada y, con ella, el balance de un ejercicio que, en todo caso, permite a Vueling arañarle cuota de mercado.

PACO RODRÍGUEZ

Pese a estar todavía lejos de los 1,68 millones de pasajeros que Ryanair movió en Lavacolla en el 2024, la aerolínea catalana aumentó su tráfico comercial en algo más de 42.000 usuarios, hasta total de 1,27 millones. En solo dos años, la diferencia en favor de Ryanair se ha reducido de 545.000 viajeros a 402.000. Dicho de otro modo, mientras la compañía irlandesa ganó algo menos de 116.000 usuarios desde el 2022, su principal competidora en el Rosalía de Castro incrementó su tráfico en casi 259.000. Los resultados de Vueling mantienen así una línea ascendente que los de Ryanair han visto interrumpida drásticamente en el último año. Y todo apunta a que este año puede seguir la misma tendencia, porque a la menor oferta de este invierno habrá que sumar las consecuencias de retirar del Rosalía de Castro una de las tres aeronaves de su base y recortar sus billetes a la venta en un 28 %.

Pero la compañía que lidera el tráfico comercial en Lavacolla —y en el conjunto de la red aeroportuaria de Aena— no es la única que ve frenada su expansión en Santiago. Porque el 2024 tampoco ha sido un año boyante para Iberia y, especialmente, para EasyJet. Los resultados de la aerolínea británica se resienten de decisiones de no operar durante el verano la ruta con Londres (Gatwick) y centrarse en las conexiones suizas con Ginebra y Basilea. EasyJet cerró el 2024 con 25.000 viajeros menos de los que había movido durante el 2023.

SANDRA ALONSO

Iberia suaviza una caída que ya es de 42.000 pasajeros en dos años

La compañía que arrastra peores resultados en Lavacolla desde la pandemia es Iberia. Cerró el 2024 con un balance discreto de 352.328 viajeros transportados en los vuelos con origen o destino en Santiago, sumando a los registros de la matriz los de Iberia Express y los de Air Nostrum. Son 1.160 usuarios menos, aunque lo más relevante es que contribuyen a acentuar una pérdida de peso en Lavacolla que sitúa a la compañía cada vez más lejos del papel protagonista que tradicionalmente tuvo en este aeropuerto. Si en el 2004 copaba casi el 53 % del mercado en Lavacolla, 20 años después la cuota de Iberia ha caído ya por debajo del 10 %. La operativa de la aerolínea en la terminal compostelana está ahora prácticamente centrada en la ruta de Madrid, maltratada en sus frecuencias y castigada por la competencia del AVE.