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David Glowacki: «Con este proyecto de Santiago único en el mundo se busca aliviar el temor a la muerte»

Olalla Sánchez Pintos
Olalla Sánchez SANTIAGO

SANTIAGO

David Glowacki: «Este proyecto supone una gran oportunidad para Santiago»
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SANDRA ALONSO

Una investigación pionera de la USC, pilotada por el científico de fama internacional, usa la realidad virtual para «crear ambientes similares a experiencias cercanas a la muerte». «Pacientes oncológicos del CHUS lo probarán esta primavera», aclara. Un grave accidente sufrido por el físico está en el germen del proyecto

23 mar 2025 . Actualizado a las 19:54 h.

Es uno de los científicos estrella del Centro Singular de Investigación en Tecnoloxías Intelixentes de la USC, al que llegó en el 2021 a través del programa de captación de talento Oportunius. Desde entonces, David Glowacki, estadounidense de origen polaco, de 43 años, gana eco con proyectos como NanoVR, que desarrolla un nuevo paradigma para la simulación de estructuras moleculares con técnicas de realidad virtual, campo en el que él es una referencia mundial, y, de forma reciente, con Numadelic VR, un ensayo, pionero, que utiliza la realidad virtual para, en una experiencia inmersiva, con gafas, «crear ambientes similares a experiencias cercanas a la muerte». «Es un proyecto único en el mundo con el que se busca, sobre todo, ayudar a personas a aliviar el temor y la ansiedad generadas al saber de un diagnóstico terminal. En Santiago, en los ensayos, que arrancarán esta primavera, participan pacientes del CHUS, a quienes oncólogos del hospital, que colaboran con nosotros, les ofrecen la opción», aclara. «Es un desafío, pero estoy muy motivado... Yo, tras un gravísimo accidente, lo que sentí fue una inmensa paz», repasa sobre el germen de la investigación.

«Hace más de 15 años, haciendo senderismo, sufrí una caída, fracturándome varias vértebras, la cadera... Es un milagro que pueda andar. Mis pulmones se me empezaron a llenar de sangre poco a poco. De ese momento recuerdo cómo si la consciencia se separase de mi cuerpo, que yo percibía como una luz, que aumentaba y disminuía con cada inhalación», evoca mientras muestra un vídeo con una luz en su ordenador del Citius. «No lo percibía como el fin, sino como un cambio de forma. No sentí miedo, sino tranquilidad», expone, y desliga su sentir de creencias religiosas. «En física sabemos que hay un mundo de materia, pero también de energía», continúa.

SANDRA ALONSO

«Durante los siguientes años me centré en recuperarme; intentaba olvidar lo que pasó, seguir con mis investigaciones», comenta, mientras, riendo, admite su extensa carrera multidisciplinar. Licenciado en Química, con un máster en Teoría Cultural y doctor en física molecular, es, también, artista y músico. «Una vez, mientras exponía en una galería de Londres una obra de arte digital inmersivo, en la que cada uno ve el reflejo de su cuerpo como con luz —proyecto experimentado por 200.000 personas—, se me acercó una pareja y me dijo que ello les había recordado al momento de morir. Eso, y una vivencia con otra obra en Perú, me hizo caer en la cuenta, sin yo quererlo, de que muchos de mis proyectos representaban lo vivido en el accidente», reconoce, y enlaza con su llegada a Santiago.

«En Inglaterra investigaba sobre física de moléculas con una beca de la UE, pero llegó el brexit y, para mantenerla, podía trasladarme a una ciudad alemana o a Santiago. Aquí había colaborado con investigadores; sabía castellano porque lo estudié en mi colegio de EE.UU... En la USC tuve desde el inicio mucha libertad para investigar», pone en valor, y comparte que su gusto por la cocina le llevó a vivir cerca de la Praza de Abastos.

«Pusimos aquí en marcha Numadelic y ya sorprendió. La fundación estadounidense Tiny Blue Dot Foundation nos escogió entre las doce iniciativas que financia en el mundo», agradece, ahondando en el proyecto. «Con esta experiencia en realidad virtual los participantes visualizarán una recreación del proceso de transformación de la materia hasta reducirse a una esencia de energía; reimaginarán sus cuerpos, no solo como materia, sino como energía... Se hizo un ensayo piloto con un número reducido de pacientes en EE.UU. y los primeros resultados apuntan a un aumento del bienestar emocional», añade, y cede la palabra a Catherine Andreu, la investigadora posdoctoral que organiza los ensayos. «En una primera fase participarán 20 pacientes del CHUS y 20 personas sanas, estas como población de control. Cada sesión será grupal, con cuatro, lo que supone otro reto», afirma la investigadora, confirmando ambos el interés ya creado en la comunidad científica internacional. «Es solo el principio; después se hará un estudio más grande», avanzan. «Esto prueba el potencial de Santiago para desarrollar proyectos muy interesantes», avala Glowacki.