Él les hizo las fotos de su boda y la pareja inglesa lo nominó a un premio que acabaría ganando

AMES

Toño Villar, con estudio en Ames, es el primer gallego con un galardón de la prestigiosa revista «Lux Life»
18 ago 2020 . Actualizado a las 08:56 h.Lleva nueve años trabajando como fotógrafo profesional. Quince contando su etapa como aprendiz. Especializado en el reportaje social y de eventos, Toño Villar nunca esperó que una de las parejas que lo contrató para su boda acabase convirtiéndolo en el primer gallego que recibe un galardón de la prestigiosa revista inglesa Lux Life. Su nominación, cuenta, fue «una sorpresa enorme, porque ni siquiera sabía que existían este premio». La candidatura partió de unos novios ingleses que se casaron en Galicia. Toño, con estudio en Bertamiráns (Ames), cumplió con todas sus expectativas y ellos, agradecidos, lo presentaron a la categoría de fotografía de boda. ¿El secreto? «Ahora piden más realidad y evitamos en la medida de lo posible el posado, más allá de la típica foto de familia que todos quieren. Se trata de trabajar un estilo más fotoperiodístico. De estar en el lugar y momento oportuno, sin condicionar lo que sucede ni marcar los tiempos. Eso la gente lo agradece», revela. Su otro secreto es su partenaire, María Roo, con la que se casó hace ya 17 años: «Yo llevo el peso fotográfico y mi mujer hace un poco de ayudante. Tiene un negocio de wedding planner, Como anillo al dedo, y nos compenetramos muy bien siempre que no tiene otro compromiso que atender. Yo he aprendido protocolos y ella se ha empapado de todo lo que se refiere al mundo de la fotografía». Este noiés afincado en Teo trabajaba en una empresa electrónica cuando estaba naciendo el digital, pero recuerda que ya de niño tenía devoción por una réflex de sus padres. «Era el pesadito de la cámara en la pandilla», aunque tiempo después hasta su mejor amigo acabó llamándolo para su enlace. Toño es un aficionado del motor y fue piloto en las categorías inferiores entre 1999 y 2005. Luego se involucró en la Escudería Berberecho «para hacer que los demás pudieran correr», pero en el 2012 decidió dedicarse a tiempo completo a su mayor pasión, la fotografía.

La fachada de las 11 casas
Las casas de Ordes vuelven a convertirse, un año más, en lienzos para los artistas que participan en el festival DesOrdes Creativas. Entre los nuevos murales está uno de la catalana Cinta Vidal Agulló. Ella transformó el lateral de la cafetería O Veleiro, en la rúa dos Lagartos, en la fachada de las once casas. Las pintó aisladas unas de otras y patas arriba, en un guiño nostálgico confinamiento. Las obras de ingeniería levitantes, que desafían las leyes de la gravedad, típicas de la autora ya tienen su representante en la comarca. En este caso la creadora, que empezó de niña a dibujar y no ha parado desde entonces, integró las ventanas reales con las de su diseño. La artita entró a los 16 años como «aprendiz esporádica» en el Taller de Escenografía Castells Planas de St. Agnès de Malanyanes donde, dice, Josep y Jordi Castells le enseñaron el oficio «de pintar telones y amar la escenografía». Hoy habla del poder de los murales que «dan vida» a paredes en las que nadie se fijaba y en estas 13 ediciones de DesOrdes Creativas ya ha impulsado 76 intervenciones que obligan a girar la cabeza.

De Noruega a Santiago
Con un cambio de ubicación de última hora a causa de la lluvia, la compostelana Laura Munín pudo finalmente presentar el espectáculo de danza Opp en su ciudad natal. El montaje, creado durante una residencia artística en la universidad de Stavanger (Noruega) y estrenado allí el año pasado, se trasladó bajo cubierto al Teatro Principal, un marco inmejorable para demostrar cómo ha crecido aquella joven que empezó a formarse en Compostela en danza clásica, baile tradicional y capoeira... ¡eclecticismo en estado puro, de principio a fin!.