Un colegio de Ames frena «El juego del calamar» con un plan educativo que busca la empatía

Emma Araújo SANTIAGO/ LA VOZ

AMES

Xoán A. Soler

Una docente del centro de primaria de Ventín detectó a escolares de 7 años reproduciendo la violenta serie

23 oct 2021 . Actualizado a las 01:07 h.

El tipo de juegos que se practican en los recreos escolares es un buen termómetro para detectar situaciones anómalas como las que una docente percibió la semana pasada en el colegio de primaria de Ventín, en Ames. Allí, un grupo de escolares de apenas siete años estaba reproduciendo el final de una prueba de El juego del calamar, la cruenta serie coreana, recomendada solo para mayores de 16 años, que se ha convertido en un fenómeno internacional. Al visualizar un tipo de ejecución saltaron todas las alarmas, que se intensificaron cuando un alumno de cuarto de primaria les confirmó que ya había visto todos los capítulos.

Esta realidad provocó que algunos docentes visualizasen por vez primera la serie para saber a qué se enfrentaban y al verla decidiesen tomar cartas en el asunto. La primera medida fue enviar una carta a las familias de los casi seiscientos escolares recordando que «un dos obxectivos da escola é educar na non violencia e na resolución pacífica de conflitos», una filosofía que entronca radicalmente con el mensaje que, al igual que muchos videojuegos, transmite la citada serie coreana. Por ello, en la misiva instan a las familias a que ejerzan medidas de control parental vetando el acceso a contenidos violentos. Manuel Costa, orientador escolar de este centro amiense, reiteraba ayer esta demanda al señalar que «este é un problema que vén de fóra da escola» contra el que hay que trabajar en conjunto.

Las familias recibieron la carta el lunes y el Anpa del centro ha valorado positivamente la iniciativa, reconociendo también las dificultades que tienen para controlar los contenidos que consumen sus hijos, que llegan desde aplicaciones de fácil acceso, como YouTube y Tik Tok.

No es tarea fácil, tal y como reconoce Maru Pérez, la jefa de estudios del centro escolar de Ventín. Implicada en la lucha sin armas contra El juego del calamar, pudo comprobar como a su hija pequeña le llegaban contenidos de acceso gratuito sobre este juego mientras disfrutaba de una actividad educativa adaptada a su edad.

La solución en la que el colegio de Ventín ya está trabajando es un juego planificado por la profesora Silvia López en el que, utilizando los mismos elementos geométricos ya conocidos en todo el mundo, hace un guiño con las palabras calamar y amar, buscando así que con esta adaptación prime la empatía y no la violencia a la hora de jugar. De lo que se trata es que, con el uso del color, cada participante defina y destaque un elemento positivo que invite a amar a su compañero, elegido por sorteo.

Precisamente, en esta filosofía también trabaja el Concello de Ames a la hora de planificar los contenidos de los programas de conciliación escolar. David Santomil, concejal de Educación, destaca que este juego ahora de moda es uno más de una larga lista de contenidos inadecuados a los que acceden menores.