«Las personas con discapacidad no se pueden quedar fuera de la sociedad digital»
AMES
Arcea-Adames y la Fundación Esplai forman a los usuarios del centro de Ames para romper la brecha tecnológica y protegerse ante los abusos y engaños
29 may 2024 . Actualizado a las 05:05 h.¿Cómo se va a llamar el robot?, preguntan Paula Tajuelo y Natalia Castro. «Antonio», responde un grupo con rotundidad y al unísono. Ellas son, respectivamente, la coordinadora territorial en Santiago de la Fundación Esplai y la directora del centro ocupacional Arcea-Adames, de Ames. Y las voces que sonaban ayer por la mañana en la Casa da Cultura do Milladoiro corresponden a los doce usuarios del centro minutos antes de dar por concluidas las clases del programa Tic Tac, Capacitación digital.
Construir un robot a partir de un dibujo con ordenador y con un rotulador para impresiones 3D es el postre de una actividad que durante un mes les ha permitido acercarse, sin miedo y con todas las precauciones necesarias, al mundo digital. «Básicamente, en la Fundación Esplai nos dedicamos a romper brechas digitales con formación en inclusión y empoderamiento de la ciudadanía», explica Tajuelo. Y en este curso adaptan el programa a usuarios con distintos niveles de discapacidad intelectual, ya que, argumenta, «ahora vivimos en la sociedad digital y las personas con discapacidad no se pueden quedar fuera de ella».
El programa incluyó formación en el manejo de teléfonos inteligentes, con sesiones sobre aplicaciones básicas y uso de internet. También se adentraron en el mundo de las tabletas, explorando opciones educativas y de entretenimiento. Y en su parte final incluyeron ocio y estimulación cognitiva, actividad con la que crearon a Antonio.
En pleno proceso de elaboración de las piezas Natalia Castro confirma el éxito de todo el programa: «La idea fue acercar las nuevas tecnologías a las personas con discapacidad porque hay muchas cosas nuevas, y lo que tienen es mucho miedo. Por eso buscamos un acercamiento positivo». Para eta educadora los resultados son «increíbles» y confirman todo lo que la tecnología puede ayudarles, mejorando su nivel de autonomía y «dar un paso más con nuevas herramientas». La última sesión se impartió en el Aula de Informática de O Milladoiro porque no todos los usuarios del centro Arcea-Adames tienen acceso a un ordenador y necesitaban utilizarlo.
María Redondo, vecina de Tapia y usuaria de Arcea-Adames, es una de las participantes que más ha aprovechado la formación. «Prefiero usar el móvil porque es más cómodo y pequeño», explica, además de confirmar que con esta actividad también fue más consciente «de lo debo hacer y lo que no», algo que para ella resulta fundamental, ya que es una persona muy activa en redes sociales y reconoce que en algún momento vio como alguien le pedía demasiados datos personales. «Como cuidarse en redes es algo que les enseñamos», reitera la directora del centro.