El Point, el nuevo local de copas «pet friendly» del casco histórico de Compostela

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Wendy Luque y José Manuel Allo ofrecen la planta baja de El Point para celebraciones privadas.
Wendy Luque y José Manuel Allo ofrecen la planta baja de El Point para celebraciones privadas. Sandra Alonso

Un matrimonio venezolano dirige ahora el local de A Caldeirería con terraza exterior donde antes estuvo el Babel y O Besbello

18 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Ella, del gremio aeronáutico. Él, un licenciado en Aduanas y Comercio Exterior que, desde que llegó a España -hace ya 6 años-, se dedica a la hostelería. Wendy Luque no tenía experiencia en este sector, ya que en su caso encontró empleo en una empresa de drones en Galicia, pero no dudó en acompañar a su marido, José Manuel Allo, en la nueva aventura empresarial que afrontan juntos. Hace un mes y medio la pareja venezolana abrió un local de copas en el casco histórico de Santiago, El Point.

«El 13 de diciembre ya teníamos la llave en la mano, pero ya hacía alrededor de dos meses que estábamos buscando un local», cuentan. «Es algo que llevábamos pensado desde hace tiempo, pero formalmente dimos el primer paso el año pasado», aclara Wendy, quien encontró por casualidad el local de dos plantas de A Caldeirería mientras echaba un vistazo al mercado de apartamentos en la ciudad en un portal inmobiliario. Les enamoró este espacio «constituido en su totalidad solo de piedra y madera. Al entrar hay un mundo fantástico que, lamentablemente, no se adivina desde la calle, al tener una puerta de entrada muy pequeña que resta mucha visibilidad y no permite ver lo bonito que es esto por dentro», añade José Manuel. Otro hándicap, dice, es que no disponen de cocina, por lo que la actividad principal es la de local de copas (centrados en la coctelería clásica), además de ofrecer la opción de desayunos y tapeo

«El espacio se presta para ofrecer lo que se llama distracción en directo, es decir, pequeños espectáculos. La parte de abajo es el área VIP, por así decirlo, un lugar más privado que las personas también pueden reservar para celebrar allí cumpleaños y otros eventos». Además, destaca la pareja, el suyo es un establecimiento pet friendly, en el que los perros y mascotas son bienvenidas.

¿Y por qué decidieron llamar El Point a la antigua Caldeirería 26, que en otra época fue el Babel y O Besbello? «En Venezuela le llamaban el point a ese lugar que, de manera inexplicable, se convertía en punto de reunión, ya fuera una plaza, un restaurante, un bar, una discoteca... era ese sitio donde se pasaba bien y que, sin tener un nombre específico ni una ubicación, ya todo el mundo sabía de qué se trataba», responde él. La pareja está dispuesta a pelear para llegar a ser ese tipo de lugar y dice haber empezado con buen pie. Las dos primeras semanas de febrero tuvieron una gran acogida porque hizo sol y, al contar con una terraza exterior con 10 mesas en la plaza de A Fonte Seca, «fue perfecto para darnos a conocer».