El santiagués Fer se va de «Pasapalabra» tras dejar huella y provocar un lapsus en una presentadora: «Gracias por tu alegría, tu ironía, tu galego»

O.S. SANTIAGO / LA VOZ

VIVIR SANTIAGO

El compostelano, con su retranca, ha bromeado con que ahora «¡por fin podré escribir la tesis!». Agradece el apoyo recibido: «Mi éxito mucha gente lo sentía como el suyo». Roberto Leal se despide, emocionado: «Has sido uno de los grandes concursantes de esta etapa»

24 sep 2023 . Actualizado a las 20:35 h.

Antena 3 ya había avisado a finales de la semana pasada que en esta se vivirían emociones en el plató de Pasapalabra, y se cumplió. Mientras uno de sus concursantes, el riojano Moisés Laguardia, no deja de acariciar, programa tras programa, el bote —el miércoles se quedó tan solo a un acierto—, este jueves la sorpresa la daba su gran rival, el santiagués Fernando Castro, conocido ya en pantalla como Fer. El compostelano quedaba fuera del concurso al caer en la prueba de la silla azul.

Tras 84 entregas y haber acumulado una suma de 42.000 euros, el gallego cayó eliminado —curiosamente ante otro aspirante de mismo nombre, Fernando— al atragantársele dos palabras que empezaban por «a». Fer no logró responder «asistencia» a la pregunta de Roberto Leal de qué palabra significa «auxilio o ayuda prestados a alguien» y tampoco supo decir «arreglarse» ante el enunciado de «reanudar las relaciones amorosas después de haberlas roto». Un lapsus inesperado que hizo que incluso Cristina, la presentadora que despide al perdedor de esta prueba —y con la que Fer mantuvo constantes bromas, incluso diciéndole que «verte siempre es un signo negativo, como la Santa Compaña» o que le estaba cogiendo cariño «a pesar de todo»—, se dirigiese por inercia a Fernando y no a Fer. Fue el propio compostelano el que la frenó aclarándole con una sonrisa y, entre abrazos, que era él el perdedor. «¿Cómo que tú?», ha respondido la presentadora, incrédula ante lo que acababa de ocurrir. 

Tras la insólita derrota, llegaron las despedidas, a la altura de un concursante que desde antes del verano dejó huella tanto en plató como entre los telespectadores que valoraban sus reflexiones y su constante retranca. «Te voy a dar las gracias por estos 84 programas con nosotros. Gracias por tu alegría, a mí me has hecho el programa muy fácil, me he reído muchísimo contigo; (gracias por) tu ironía, tu galego, tus camisetas, tu inteligencia, tus bailes y tu saber estar. Para mí has sido uno de los grandes concursantes de esta etapa. Te quería dar las gracias personalmente y en nombre también de todo el programa», destacaba Roberto Leal.

Unas palabras que ha reconocido el compostelano. «Esto, como todo, es algo que no ensayo porque nadie quiere pensar en este momento. No sabía cómo iba a reaccionar, y la verdad es que no estoy triste. Esto es parte del juego, de la vida, todo es finito, se acaba. Enhorabuena a mi tocayo, para empezar, y gracias a Moisés por este tiempo. Estaría bien que te llevarás el bote, te lo pido como favor personal, por altruismo puro. Gracias al público que estoy viendo, que nos ha arropado un montón. Todo lo que has dicho, Roberto, es mutuo. Quiero agradecer a todo el equipo que no se ve, nos veremos en algún momento. ¡Por fin podré escribir la tesis!», ha bromeado el santiagués, mientras el público del programa se ponía en pie y Roberto Leal reconocía que era «uno de esos concursantes que nos han robado el corazón».

Moisés no dudó a continuación en sumarse, emocionado, a los elogios al gallego. «Pasapalabra, como la vida, es maravilloso, pero a veces tiene estos momentos duros que no esperas, pero ocurren. Es ley de vida, uno de los dos tenía que caer. Para mí ha sido un enorme placer el haber podido compartir con él todos estos programas. Creo que ninguno de los dos hubiésemos llegado tan lejos sin el otro. Es un tío muy grande. Como suelo decir, Pasapalabra es una carrera de fondo y él acaba de empezar. Estoy convencido de que en un futuro volverá y va a ganar», enfatizaba.

Terminada su participación en Pasapalabra, el santiagués analizó ante las cámaras sus 84 programas. Tras admitir que en los últimos días «estaba muy cansado, física y emocionalmente» y que en el último no se encontraba especialmente «lúcido» según avanzaban las preguntas, el compostelano hizo balance. Destacó como «muy especial» su primer programa, en el que muchos telespectadores sintonizaron ya con él. Tras planteársele la pregunta inicial de qué haría en caso de ganar el bote, Fer no dudó en compartir un sueño, que se convirtió en alegato viral: «Tener acceso a una vivienda digna antes de los 40».

Entre los mejores recuerdos de su paso por el programa, el santiagués también destacó haber conocido a David Meca. «Me hizo mucha ilusión por el tema de la natación», enfatizó, poniendo también en valor «lo que ocurre fuera de las cámaras». El compostelano quiso subrayar el apoyo que sintió durante toda su participación. «Mi éxito mucha gente lo sentía como el suyo», defendió, encadenando agradecimientos. «A toda la gente que me pasó palabras, que me dejó ropa, que vio programas antiguos de Pasapalabra por mí», acentuó el gallego. «Muchos me dieron ánimos a cambio de nada», recalcó, no cerrando la puerta a volver en el futuro al conocido formato televisivo. 

«No sé muy bien en qué pienso en el futuro, pero aquí la gente acaba retornando», defendió el compostelano, que, con su duelo épico y diario ante Moisés, se ha colado entre las tres parejas más competitivas del programa. Ambos se convirtieron en herederos del histórico enfrentamiento entre el burgalés Orestes Barbero y el sevillano Rafa Castaño, que acabó con la victoria de este último por el bote más histórico del exitoso concurso televisivo.