Las villas-castro de un estrella Michelin o un hotel pasivo en madera y corcho, entre las obras de la arquitectura gallega del futuro
VIVIR SANTIAGO
El Colexio de Arquitectos de Galicia selecciona los trabajos más destacados de profesionales menores de 40 años. Uno es el Hotel Amiuka, en O Pino, construido con CLT de pino de Galicia y bajo los criterios de «passivhaus». Otro es el Castro da Costiña, en Santa Comba
04 jun 2024 . Actualizado a las 16:27 h.A finales de mayo el Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG) dio a conocer las 30 propuestas de profesionales de menos de 40 años incluidas dentro de la iniciativa Nova Arquitectura Galega, con la que se busca mostrar el trabajo de arquitectos que están definiendo los trazos de la arquitectura gallega del futuro. «É unha escolma que quere servir de apoio a unha xeración aínda nova, pero xa establecida e recoñecida», defiende el organismo colegiado. «Son proxectos de hoxe con perspectiva de mañá, que atenden ao sostible, ao social, á escala e ao respecto pola xeografía, mostrando unha capacidade crítica e respectuosa co contexto», detalla su decano, Luciano Alfaya.
Entre la amplia selección, que recoge proyectos de toda Galicia, figuran dos que ya despuntan cerca de Santiago, en los concellos de O Pino y Santa Comba.
Castro da Costiña, en Santa Comba
A tres kilómetros del centro de Santa Comba, donde se ubica el famoso restaurante O Retiro de Costiña, que acaba de cumplir 85 años y que cuenta con una estrella Michelin y dos soles Repsol, se inauguró en julio del 2023 un nuevo espacio promovido por su chef, el xalleiro Manuel Costiña. El nuevo proyecto se bautizó como Castro da Costiña al incluir siete pequeñas construcciones inspiradas en los castros celtas de la zona. Unas villas, de pequeñas dimensiones y diseñadas para que el agua y el aire circulen bajo ellas, que simulan un castro celta moderno.
«Nosotros somos unos enamorados del rural y, para satisfacer a esos clientes que buscaban y demandaban complementar la experiencia gastronómica alojándose en un entorno natural, donde disfrutar de la calma y de la serenidad del interior de Galicia, pensamos en este proyecto. ¡Qué mejor forma de representar cómo se vivía aquí en la antigüedad, de ponerlo en valor, que a través de un castro!», defiende con orgullo Manuel Costiña.
«La conservación del entorno natural subyace en el corazón del proyecto», confirma su arquitecta, María Teresa Sánchez Taboas, quien ya recibió varias distinciones por el mismo, como el haber sido incluida la propuesta en el anuario 2024 de las mejores obras de España de Arquitectura Viva, o la de haber sido ella premiada con un «Europe 40under40®», galardones con los que The European Centre For Architecture, Art Desing and Urban Studies reconoce a los 40 arquitectos y diseñadores industriales por debajo de 40 años con mayor talento de Europa.
«No olvido cómo surgió todo, en una comida. Manuel Costiña me habló de su idea y a la semana ya volví con el proyecto. Pocas veces un arquitecto tiene la opción de poder experimentar así, de dar su visión personal y que alguien del reconocimiento de Manuel Costiña te apoye ciegamente. Creo que estoy logrando transmitir un lenguaje propio y eso, unido a la singularidad del proyecto, entiendo que se están valorando en los reconocimientos», aclara con humildad la arquitecta, quien, en una gran parcela, en la que levantó una pequeña muralla vegetal perimetral, apostó por módulos curvos de diferentes tamaños que se reducen a dos placas, losas y forjados, cuya forma remite a algunas viviendas encontradas en los castros.
«La losa inferior ofrece una meseta plana donde interiormente crear una estancia con dormitorio, baño y pequeño office con salón, y por otra parte genera una terraza exterior donde poder sentarse en medio de las flores. La losa superior es una cubrición de la lluvia y el sol, interior y exterior como gran soportal circular. También es una cubierta ajardinada extensiva, en un acto de devolver al terreno algunos metros cuadrados verdes», detalla la arquitecta en la memoria facilitada por el COAG, incidiendo en que la «materialidad de las edificaciones viene marcada por el uso del color blanco roto, en sintonía con las edificaciones tradicionales de la zona».
Manuel Costiña explica que, casi un año después de su puesta en marcha, la demanda del Castro da Costiña crece mes a mes, «también por el boca a boca». «Detalles como el desayuno gastronómico, que se puede disfrutar durante una hora y media en un módulo de usos comunes, es algo que está resultando muy atractivo», apunta el chef aludiendo a la primera comida que ofrecen al día y que incluye desde ensalada de salmón a aguacate, queso do Cebreiro o vinagreta de anacardo.
«Muchos alojados valoran poder levantarse sin hora; que les preguntemos a qué hora quieren desayunar», comenta el chef, incidiendo en que el Castro da Costiña es la primera fase de un proyecto más ambicioso para el adquirieron más parcelas -consolidando un terreno de 29.000 metros cuadrados-, en las que se incorporarán una zona wellness (bienestar), piscina climatizada, un bosque de camelios o un huerto que permitirá a la familia Costiña tener frutas de temporada. «En mente está también ofrecer a los clientes la posibilidad de hacer actividades, tanto en la huerta como en otros espacios, que permitan conocer y recuperar lo que se hacía antaño en la zona, poniéndolo en valor», destaca con satisfacción Manuel Costiña.
Hotel Amiuka, en O Pino
A nueve kilómetros del aeropuerto compostelano de Lavacolla, pero ya en el concello de O Pino, en O Pedrouzo, se inauguró, también durante el verano del 2023, el Hotel Amiuka, un hotel boutique en dos plantas y de 12 habitaciones, construido según los estándares de passivhaus en relación a la eficiente energética, y también distinguido por el COAG como uno de los 30 ejemplos de la nueva arquitectura gallega. Se trata de un edificio icónico, tanto por su estética fachada en corcho como por ser la prueba de que el sector forestal y de madera de Galicia es capaz de cerrar el ciclo dentro de la comunidad dando valor añadido a una materia prima fundamental para el desarrollo económico del medio rural.
Detrás del proyecto se sitúa el despacho ELÓ__d_Arquitectura, con sede en Santiago, y dirigido por Cesar García Piñeiro, uno de los dos arquitectos, junto a Alejandro Fernández Vázquez, que lo definieron. «Unha das grandes curiosidades deste hotel é a de buscar unha conexión coa natureza en todo o seu crecemento. En primeiro lugar ten un esqueleto formado por paneis contralaminados de madeira (CLT) de pino dos montes galegos. Este era un material moi usado en Europa e que tivo nos últimos anos tamén unha forte pegada en España. En Galicia era menos habitual ata a chegada de Xilonor, a empresa que está detrás da primeira pranta de fabricación de CLT», explica Cesar García Piñeiro, poniendo también en valor la utilización del corcho como material de revestimiento de la fachada. «O prantexamente do hotal prioriza a mimetización coa paisaxe, a harmonía que esta produce tanto a nivel visual como experiencial. A integración asegurase co cromatismo do corcho, cambiante de forma estacional. Cando o hotel arrincou víase máis oscuro; nos meses posteriores mudou; e agora de novo volver a gañar en escuridade. Iso á xente chámalle a atención. Tamén resaltan o detalle, ao ter o hotel todos os mobles deseñados a medida e ao seren feitos en madeira», realza Cesar García Piñeiro.
«Creo que se valora o compromiso do edificio en materia de aforro enerxético, reducción de impacto ambiental e, en definitiva, de sostibilidade como prioridade absoluta. O desenvolvemento construtivo de Amiuka, en todos os seus aspectos, segue este criterio. Empezando pola utilización de materiais naturais, seguindo pola confianza en enerxías renovables -na mente do dono do hotel está incluso a instalación de placas solares ou de puntos de carga enerxética- e rematando polo cumprimento do minucioso estándar passivhaus en relación a eficiencia enerxética. É un hotel que tende a consumo case nulo; esa é a idea», señala Cesar García Piñeiro, ahondando también en la importancia de que muchos de los proyectos arquitectónicos reconocidos por el COAG estén en concellos del rural.
«Esta nova arquitectura creo que está dándolle un plus a moitas zonas, con proxectos sostibles», resalta.