Más de 1.500 universitarios de Santiago buscan piso por WhatsApp: «Cada día se mandan entre 50 y 100 ofertas»

C. N. SANTIAGO / LA VOZ

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Jóvenes buscando piso en los postales inmobiliarios online.
Jóvenes buscando piso en los postales inmobiliarios online. Sandra Alonso

Dos grupos creados única y exclusivamente para encontrar alquiler, uno con 1.024 personas y otro con cerca de 500, son la última baza para los estudiantes de cara al próximo curso: «Envié por ahí mi anuncio y, cuando volví a coger el móvil, ya me habían escrito de vuelta tres personas»

14 jun 2024 . Actualizado a las 08:56 h.

Hay quien conoce a sus futuros compañeros de piso de la misma manera en la que se comunica diariamente con su círculo cercano: por WhatsApp. Si al llegar la segunda quincena de junio las publicaciones de Instagram y Twitter se convierten en una especie de portal inmobiliario, la red de mensajería instantánea ha sido la última baza de los estudiantes de Santiago para encontrar vivienda de cara al próximo curso. Con el objetivo de llegar con algo apalabrado al 1 de julio, día en el que se liberan los alquileres universitarios —de ahí vienen las imágenes que llegan cada año con las colas en las inmobiliarias—, unos 1.500 jóvenes se organizan en dos grupos de WhatsApp creados única y exclusivamente para la búsqueda de piso

El primero se creó hace dos semanas y, en un día, se completó. Llegó al tope de miembros que permite WhatsApp para los grupos, 1.024 personas, todos ellos unidos con un objetivo común: encontrar alquiler. El segundo, hecho después de que el primero ya no dejara unirse a más números de teléfono, llegó a los 450 en veinticuatro horas. A tres días de su creación, va por los 700 miembros. Por ahí, los estudiantes mandan sus preferencias de zona, su límite presupuestario y cuántos son. Si es uno, busca habitación. Si se trata de un grupo, buscan un piso que se libere para poder entrar o a personas que ocupen los huecos que les quedan en los que tienen. «Me atrevería a decir que casi el 100 % de las personas ahí metidas van a encontrar lo que buscan», dice el administrador de la cuenta, @salseo_usc, comunidad que cuenta en Instagram con más de 70.000 seguidores.

Cuenta que si decidió crear los grupos fue porque, por estas fechas y año tras año, la gran mayoría de mensajes que recibe diariamente están relacionados con el alquiler. «Cuando se acerca julio, mucha gente me habla por temas de pisos. Buscando ayuda, me pasan lo que necesitan a nivel presupuestario, de ubicación y demás. Por eso se me ocurrió que lo más práctico era hacer un grupo de WhatsApp para que todo el mundo pudiera estar en contacto. Por ahora está funcionando muy bien. Pasan toda la información y cada uno se pone en contacto con quien le interesa por privado», explica. Los interesados no responden a las ofertas por el grupo, si no que le hablan por chat directamente a quien la mandó. De otra manera, la conversación se colapsaría. 

Por el canal no se habla nada más que para temas de vivienda y los últimos mensajes lo demuestran. Estos son algunos de los más recientes: «Ola, somos tres chicas que buscamos piso para o curso 24/25, por campus sur/centro. Se alguén deixa o seu ou sabe dalgún que me fale, porfi», «¡Hola! Buscamos un/una compi para el primer cuatri, es un piso de 4 habitaciones muy cerca de Plaza Roja. La habitación es grande, exterior y con cama de matrimonio. Si queréis más información, habladme al privado», «Hola, estoy haciendo el máster en Santiago y busco habitación para el curso que viene, preferiblemente en la zona centro, Santa Marta o Conxo», «Boas, somos dous rapaces e buscamos unha terceira persoa para un piso en Romero Donallo, cerca da Galuresa. A habitacion ten cama de 90 e o contrato é desde septiembre ata xuño (incluido). Para mas información, faládeme!».

Recreación de los mensajes que se envían diariamente por uno de los grupos destinados a encontrar piso o compañeros. Cada uno manda su anuncio, ofreciendo o demandando, y para contactar los unos con los otros se escriben directamente por privado.
Recreación de los mensajes que se envían diariamente por uno de los grupos destinados a encontrar piso o compañeros. Cada uno manda su anuncio, ofreciendo o demandando, y para contactar los unos con los otros se escriben directamente por privado.

Un mensaje que no llegaba a las veinte palabras hizo que Ana Álvarez recibiera en veinticuatro horas más ofertas de las que ella misma encontró durante el mes y medio que estuvo buscando activamente habitación en Santiago. «¡Hola! Necesito piso para entrar en septiembre. Preferiblemente, cerca del campus sur. ¡Habladme por privado si tenéis algo libre!», decía el texto. Ella, que ya había compartido en Instagram y en Twitter un texto con el que «no tuvo demasiadas interacciones», entró en el grupo porque, conociendo su situación, una amiga compartió con ella el enlace. «Me dijo: "Oye, si todavía no has encontrado nada, métete aquí, que hay mucha gente y mandan ofertas todos los días". Le hice caso, envié mi propio anuncio y, cuando volví a coger el móvil, ya me habían escrito de vuelta tres chicas», continúa. 

Por ahora no ha visto en persona ninguna de las habitaciones que le han ofrecido, pero sí que le han mandado vídeos de los pisos. «Hay dos que tienen muy buena pinta: están en zonas que por proximidad a la facultad me gustan mucho y, aparte, dentro de mi presupuesto. Estuve hablando con las compañeras y me mandaron todo lo que les pregunté para tomar una decisión. Yo, antes de decir sí o no, quiero hablar un poco con las personas con las que voy a compartir parte de mi tiempo en casa», continúa la joven, afincada en Compostela desde hace tres años. 

Las redes sociales —en concreto, Instagram y X— son una plataforma más para que los universitarios de Santiago encuentren compañero de piso. Cuando la oferta de alquileres está a la baja, el metro cuadrado sube cada año y no se pueden permitir el vivir solos, les queda hacerlo con desconocidos. Aparte de los de WhatsApp, en Facebook también hay grupos dedicados a la búsqueda de alquiler. En uno llamado «Piso/habitación en Santiago de Compostela», con más de 700 miembros, se mandan, según la aplicación, unos 10 mensajes al día. Otro, con el nombre de «Erasmus+ Santiago de Compostela 2024-2025», también se ha convertido en un canal para la búsqueda y oferta de pisos. Algunos incluyen fotografías y casi todos advierten de la localización y del precio.

Analizando los mensajes del grupo de WhatsApp, casi todos indican tres cosas: qué es lo que buscan —habitación, piso o compañeros—, por qué zona y cuál es su límite presupuestario. «Sí que noto que la gente especifica cada vez más el máximo que está dispuesta a pagar, cosa que igual hace unos años no era tan común», explica el administrador de @salseo_usc. Para explicar la tendencia, hay que mirar el precio al que están llegando los alquileres universitarios. Recientemente, La Voz publicaba una información alertando que, para el curso que viene, los precios de los arrendamientos para estudiantes podrían experimentar subidas de hasta cien euros al mes. Explicaban desde la Asociación Galega de Inmobiliarias (Agalin), que los pisos de dos habitaciones se encuentran actualmente entre los 500 y los 600 euros al mes, mientras que los de tres estancias andan por el umbral de los 800 a los 900. En el caso de aquellos con espacio suficiente para que puedan compartirlo cuatro universitarios, el rango va de los 900 a los 1.000. Son cifras generales, que corresponden sobre todo con lo que ofrece el Ensanche, que «es el lugar que prefieren los jóvenes».

@carmenkatier

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María González se considera «una experta» en la búsqueda de vivienda por las redes sociales. Cuando empezó la carrera, hace ya cuatro años, encontró a sus compañeras gracias a un anuncio publicado en Instagram. Ahora, que se muda por trabajo, probó en el primer grupo de WhatsApp, pero estaba completo y no pudo entrar. Que se creara el segundo lo describe como «un alivio»: «Por redes, cada vez que le escribía a alguien, me respondían diciéndome que ya habían ocupado la habitación. Aquí, contactas directamente con la persona justo cuando envía la oferta», reflexiona. Ella, por probar, probó hasta por TikTok. La plataforma, reina de la viralidad, es otra de las redes sociales que, de una forma no tan convencional se convierte durante estas fechas en un portal inmobiliario. 

«Por TikTok te vendes, literalmente», dice González.  Analizando los mensajes que se lanzan por Instagram, por X y por WhatsApp, son diferentes a los publicados en la red social de los vídeos cortos. En X, los usuarios escriben en un tweet lo que buscan —habitación o compañeros—, la ubicación y el precio. En Instagram, suben a sus historias una foto fija con el texto en el que indican los mismos datos. En TikTok, sin embargo, aprovechan para enseñar al resto de su red todo lo que ellos son. Suelen incluir fotos personales en las que, con texto, destacan algunas de sus cualidades. «Hola! Me llamo Carmen, tengo 22 años. Soy sociable, ordenada, adoro ir de cañas y tener buen rollo en el piso», escribía una usuaria en un vídeo que suma más de 50.000 visualizaciones. Acompañaba el texto con clips suyos cenando en un restaurante, riendo, paseando por la playa y haciendo senderismo. Es, más que una oferta, una manera de destacar entre otras tantas personas que, en la misma situación, buscan piso desesperadamente. 

Por ahora, la situación no ha llegado a eclosionar. En Santiago, los pisos de estudiantes no se liberan hasta el 1 de julio, día en el que, año tras año, se viralizan las imágenes de las colas en las puertas de las inmobiliarias y de los pisos con gente entrando y saliendo constantemente. Encontrar ahora, antes de que llegue la búsqueda masiva, es un alivio para muchos. Por los grupos de WhatsApp, los universitarios siguen mandando sus ofertas. Un ejemplo: cuando se comenzó a escribir este texto, el segundo grupo no llegaba a los 600 usuarios. Sin embargo, cuando se terminó, casi llegaba a los 700. Todo apunta que, hasta completarse, seguirá creciendo.