La anécdota de la desaparición de un bocadillo de tortilla en la discoteca Blaster de Santiago fascina en redes: «Creo que mi ladrona estaba en prácticas»
VIVIR SANTIAGO
Emma salió de fiesta el martes pasado con sus amigos y, sin buscarlo, la noche se convirtió en una historia digna de ser contada: «Yo estaba en "shock", no entendía nada»
09 oct 2024 . Actualizado a las 11:46 h.Surrealista y absurda. Con estas palabras describe Emma Estévez la situación que le tocó vivir la semana pasada en la discoteca Blaster de Santiago. Salió de fiesta con sus amigos y, sin buscarlo, la noche se convirtió en una anécdota digna de ser contada. En tono de humor, colgó un vídeo en su perfil de TikTok (@emmaestevezz) en el que explicaba lo ocurrido de principio a fin y que no tardó en hacerse viral. En palabras de la joven, las protagonistas de la historia son dos «ladronas en prácticas», una chaqueta y un bocadillo de tortilla que, desde el sarcasmo, espera que les haya sentado «fatal».
Para quien no haya estado nunca en el mítico local del Ensanche compostelano, cabe remarcar que no consta de ropero para guardar los abrigos de aquellos que bailan dentro. Por ese motivo pasaron con sus chaquetas, que colgaron en una de las repisas que hay pegadas a la pared para apoyar las copas. Al no tratarse de un soporte ideado con la función de colgador, por momentos se caían al suelo. «Yo estaba todo el rato recogiéndola y volviéndola a poner. En una de estas, voy a mirar y ya no estaba», recuerda la joven. Se puso a buscar por los alrededores de la zona por si, por casualidad, alguien la había colocado en otra parte. Cuando llegó a la otra esquina de la discoteca, dos chicas le preguntaron si estaba mirando por su abrigo. Cuando les dijo que sí, su respuesta fue una sorpresa: «Lo tengo yo», dijo una de ellas.
«Me dijo: “Verás, es que me robaron el mío. ¿Qué iba a hacer?. Cogí el tuyo y tú hubieras hecho lo mismo”», recuerda Emma. Pensando que se lo iba a devolver, decidió «ser maja». Le aseguró que ella habría actuado igual si estuviera en su lugar y que no pasaba nada, pero que, por favor, se lo devolviera. A ella, lo que más le preocupaba eran las cosas que guardaba dentro: todo su maquillaje y medio bocadillo de tortilla que había reservado para la cena. Resultó que los productos de cosmética los tenía una de ellas metidos en su bolso: «Me dice: “¡Ay, sí, el maquillaje!”. Llama a su amiga, abre el bolso y lo empieza a sacar. Yo, en shock. No estaba entendiendo nada. ¿Les doy las gracias? ¿Les escupo?», bromea la joven, que, al darse cuenta de que faltaban cosas, se lo comunica de nuevo a las dos. En ese momento fue realmente consciente de que su abrigo se había perdido.
«Haciendo recuento, me doy cuenta de que falta un eyeliner. Buscan en el bolso y miran, pero no estaba. Yo, de tonta, les digo: “Igual os lo olvidasteis en el bolsillo del abrigo”, a lo que ellas responden que sí, que seguramente se lo dejaron ahí y que no me preocupara, que llegaba en cinco minutos. ¿Como que en cinco minutos?¿Dónde está mi abrigo? Era surrealista. Me dicen: “No te preocupes, ahora te lo traen. No te muevas”. Y se van», continúa Emma. Ella, que sin ser capaz de reaccionar cumplió las indicaciones al pie de la letra, vio enseguida a un hombre que, aunque no había estado en la discoteca hasta ese momento, le llevaba de vuelta el chaquetón. Se lo dejó en las manos y se fue, pero todavía faltaba una cosa: el preciado bocadillo de tortilla. «Meto la mano en el bolsillo y veo que también me lo habían robado. Recuperé todo lo demás, pero lo que más me fastidió fue que me quedé sin cena cuando estaba hambrienta a las cinco de la mañana», bromea la joven.
Para ella la moraleja es la siguiente: «Si alguna vez os roban, lucid con cara de desesperación. Igual os ve el ladrón, le dais pena, e igual os hace una devolución como me ha pasado a mi», sentencia. En los comentarios, todo son risas. La historia, contada en tono cómico y con memes de Belén Esteban incrustado en la narración, no es para menos: «El abrigo tenía los bolsillos de Doraemon», escribía una seguidora.