La profesora de la USC a la que el dibujo le «cambió la vida»: «Con 50 años también se puede empezar»

Olalla Sánchez Pintos
Olalla Sánchez SANTIAGO / LA VOZ

VIVIR SANTIAGO

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Detrás de la cuenta de Instagram @dibujando_andoyo, donde se muestran ilustraciones de rincones y cafeterías de Santiago y Bertamiráns, se encuentra Pilar Piñeiro, que imparte clases en la Facultade de Ciencias Económicas e Empresariais. Dos años después de empezar a dibujar, ya tiene encargos

14 nov 2024 . Actualizado a las 08:18 h.

El pasado fin de semana la brionesa Pilar Piñeiro fue una de las participantes en Compostela Ilustrada, el evento que se celebra el segundo fin de semana de noviembre y que trae a Santiago a los mejores profesionales del urban sketching (dibujos realizados in situ, en la propia ubicación) y los cuadernos de viaje. «Solo atreverme a participar y a ser capaz de presentar un dibujo al concurso es ya un premio para mí», razona con humildad esta profesora universitaria, que imparte clases desde hace año y medio en la Facultad de Ciencias Económicas e Empresarias de la USC -antes había estado 25 años en la Universidade de Vigo-  y que, al mismo tiempo, no deja de sumar eco en las redes sociales con sus dibujos sobre Santiago y Bertamiráns. «En eso soy una novata. Empecé aún en octubre del 2022, pero, como digo en Instagram, con 50 años también se puede empezar», destaca, repasando su tardía y exitosa aproximación a este arte.

«Fue todo por pura casualidad. A mí siempre me llamó la atención el mundo de la fotografía y del dibujo, pero como espectadora. Soy bastante perfeccionista y me daba miedo no hacerlo bien», expone. «Aún así, hace dos años, poco antes de concursar para una plaza en la USC, vi un anuncio de clases de pintura con Ana Lombao, en Área Central, y me apunté. Ella me cautivó tanto por su forma de enseñar como por la libertad con la que planteaba las clases, dejando descubrir lo que uno lleva dentro. Me enganché al dibujo. Coincidía además que era octubre y en su taller se celebra el Inktober, un reto global -''Tinta en Octubre''- que consiste en ir haciendo un dibujo cada día de ese mes según distintos temas propuestos. Empecé a dibujar en distintas cafeterías de Santiago, al principio solo con lápiz y goma, y después ya con acuarela», repasa, acentuando que aún no tiene la técnica de acuarelista, pero que ello le permite dar color a sus dibujos.

«Fui probando también con rotulador y tinta... Algo que me encanta es dibujar al natural, en la calle», señala, recuperando varios de los dibujos que se pueden observar en su cuenta de Instagram, @dibujando_andoyo, y en los que retrató tanto la Praza da Universidade, con la Facultade de Historia, como el Arco de Mazarelos o el exterior del Café Casino, en la rúa do Vilar.

«El dibujo me cambió la forma de ver la vida. A mí, que soy muy eléctrica, me hizo ir más lento, obligándome a centrarme en lo que tengo delante, a observar, a mirar...», reflexiona Pilar Piñeiro, admitiendo que es un arte en el qu,e aún siendo principiante, se puede «mejorar muy rápido». «Solo hace falta echarle horas y seguir las indicaciones de un profesor; animo a todos a probar», acentúa, rescatando que hace unos meses Estrella Galicia le contactó por Instagram para pedirle permiso para publicar un dibujo que ella había realizado de un bar de Oleiros y que sumó 5.000 «me gusta» en esa red social. «Para mí fue una sorpresa y un subidón increíble», prosigue.

«Este año hubo gente que me pidió encargos, pero hasta ahora nunca me había atrevido... Aún no me veía capaz, sobre todo de realizar retratos, una de las cosas más difíciles en dibujo y pintura. Aún así, hace un mes una chica a la que no conocía me contactó por Instagram y me convenció para hacer una ilustración. La dibujé junto a tres amigos, a partir suya, delante de la Torre de Hércules. Quedé contenta con el resultado, pese a que ese encargo me hizo salir de mi zona de confort», bromea Pilar aclarando que ahora ya tiene en cartera dos más, uno pedido desde Bertamiráns y otro desde Santiago.

«No es mi actividad principal, pero me hace todo especial ilusión. Para mí es muy gratificante pintar y que las personas que me hacen el encargo queden contentos», realza la brionesa que no dudó, por segundo año consecutivo, en participar el pasado fin de semana en Compostela Ilustrada.

 

«Pude asistir a talleres muy buenos, como el que impartió Blanca Escrigas, y en el que combinamos acuarelas con lápices. Fue una delicia poder participar en Compostela Ilustrada, una auténtica masterclass», destaca.

Sobre si hay alumnos que ya le preguntan por su faceta más artística, admite que sí. «Poco a poco se va conociendo», reconoce feliz.