«Cando saíu o primeiro episodio, unha persoa díxonos: "É a primeira vez que escoito falar de María Pombo en galego"»
VIVIR SANTIAGO
Salseología, creador de contenido que destapa a los «influencers», y Álex Novo, guionista, estrenan «Non vale enfadarse», un proyecto conversacional empapado de referencias a la cultura de internet pero, esta vez, ambientado en Santiago
26 ene 2025 . Actualizado a las 10:36 h.Lo de Salseología y Álex Novo con los formatos de entretenimiento viene de largo. El primero, que prefiere mantener su nombre en el anonimato, se hizo con su propio hueco en las redes sociales destapando los trucos y costumbres que ocultan los influencers. Condujo durante tres temporadas Rajar x rajar, un pódcast de entrevistas de Podimo que contó con con invitados como Lalacús, Jedet o Nerea Pérez de las Heras y acaba de publicar su primer libro, Todo lo que hay detrás que no se ve. El segundo ha trabajando como guionista para canales de YouTube y para pódcasts como Cuarto Millenial, presentado por Andrea Compton y por Lalachus; Querido Hater, conducido por el youtuber malbert, Dulces y Saladas, de Andrea Compton e Inés Hernand, o Grupete de Noche. Ahora, ambos unen fuerzas en Non vale enfadarse, un pódcast de entretenimiento hecho en gallego en el que la regla principal, como el propio nombre indica, es esquivar el conflicto.
«A relación que temos é de discutir bastante. Non estamos dacordo en moitas cousas, pero a gracia tamén é esa. Se nos enfadaramos, o podcast non existiría», reflexiona Álex. Para Adrián, su relación es «como de irmáns», porque, en realidad, tampoco difieren en tanto. «É un pouco o xogo, o divertido. Ao final, é como unha conversación de bar, dunhas cervexas e de pasalo ben», puntualiza. Si la norma inquebrantable del pódcast es que no está permitida la confrontación, la idea es que, en cada episodio, se pongan nuevos límites en función de la temática. El primero, sobre las redes sociales, es una declaración de intenciones contra la vergüenza, que, para ellos, no está permitida. «Aínda que reflexionemos sobre cousas, o universo no que nos movemos é o de internet», explica Álex. «Somos unha xeración “crónicamente online” e, ao final, é algo que vai intrínseco a nós. Aínda que falemos de animais, remataremos comentando algo sobre o can de Pelayo Díaz», añade Adrián, en referencia al debate que suscitó en las redes la forma en la que el influencer compró a su mascota y que ya es una broma recurrente en Instagram, en Twitter y en TikTok.
Sin ir más lejos, ellos mismos se conocieron gracias a internet. Álex, que vivía en Barcelona, se mudó a Santiago. Un día, el algoritmo de Instagram le enseñó un reels del pódcast de Adrián. «Pareceume que tiña algo de acento e dixen: "Se é de Galicia, seguro que o coñezo"», recuerda el guionista. Como él no muestra su cara en las redes, comenzó a mover hilos y a investigar. «Quedamos para tomar algo e estivemos falando de que nos gustaría facer algún proxecto juntos», continúa. Con el primer programa de Non vale enfadarse colgado ya en las plataformas de streaming, el resto ya es historia.
Graban en Santiago, ciudad en la que viven las historias que les inspiran para comentar cuando conectan los micrófonos. Y eso, tal y como afirman, es también lo que les diferencia del resto. «Creo que a xente se pode sentir representada. É un pódcast en galego que sucede aquí. O contexto que rodea tanto aos ouvintes como a nós é o mesmo», reflexiona Álex. Si el sector del pódcast conversacional está en auge —mencionan en la conversación ejemplos como La Pija y la Quinqui o Estirando el Chicle—, sentían que era importante llenar el vacío que ambos notaban a nivel local. «A xente pode dicir: "¡Eu tamén tiven unha cita neste bar e pasoume algo parecido!". Pintas un imaxinario e xogar con iso é moi divertido. Cando escoito Estirando el Chicle e din que foron a non sei onde, eu penso: "Vale, nese sitio non estiven nunca". Pero se dis: "Quedei con non sei quen para ir a ver a Catedral e caín polas escaleiras da Quintana", a xente se pode sentir identificada. Ao final, creas un sentimento de pertenza», reflexiona Salseología.
La prueba de fuego para confirmar la teoría triunfó en el primer episodio del pódcast. Ellos, para hacer partícipe a su audiencia en el proceso de creación, discuten sobre los contenidos durante el propio programa, soltando ideas y reflexiones que, si gustan, ponen en marcha en las próximas entregas. Comentaron la posibilidad de hacer una sección sobre las citas de Álex en Santiago, que, como él mismo dice, no bajan de una por semana. «Aínda que Adrián non estaba moi convencido, a xente respondeu con mensaxes que sí, que a querían», cuenta Álex. Prueba de que hay material suficiente para hacerla es que una de esas quedadas que menciona ya se hizo viral meses atrás. Cuando uno de sus anteriores proyectos, Grupete de Noche, llevó a Alba Carrillo como invitada, incluyó en el guion una anécdota vivida por él en primera persona y en Santiago. «Tuvo una cita con un profesor de Historia y le preguntó: “¿Cuál es tu personaje histórico favorito?”. Él dijo: “Alba Carrillo”», decía el presentador del programa. Ante la incredulidad de la comunicadora y entre risas, continuó con el desenlace: «Cuenta que el tío se puso como un energúmeno y que lo tuvo que sacar de casa. Lo echó». El momento en el que la socialité le envía un mensaje de voz al profesor suma miles de visualizaciones en las redes.
«Eu non podo ter unha charla de mais de corenta minutos sen mencionar a Alba Carrillo. As cousas que nos interesan e que forman parte de nós, imolas mencionar todo o rato. Nunha conversación sobre geopolítica, eu podo sacar a Alba Carrillo perfectamente», reflexiona Álex entre risas. Al final, las conversaciones espontáneas con referencias difícilmente asimilables para quién no pertenezca a la generación Z o sea de los últimos millenials son la esencia. «Cando saíu o primeiro episodio do pódcast, unha persoa díxonos: "É a primeira vez que escoito falar de María Pombo en galego"», cuenta el guionista. Para los más jóvenes también está orientada la forma de contar los contenidos. «Moitas veces, facer as cousas de maneira profesional significa estar relaxado e ser capaz de impovisar. Cando a cousa se ve cutre, é intencionado. Á xeración Z non lle interesan ás superproduccións», reflexiona el guionista.
Al final, lo importante es entretener. «Imos publicar os sábados pola mañá, polo que é un pódcast perfecto para escoitar mentres recolles a casa. Por exemplo, limpando as ventanas», bromean para terminar.