«Berlín», la «vida en rosa» de un vividor en el reverso de «La casa de papel»
PLATA O PLOMO
Netflix estrena una serie derivada de su éxito mundial que viaja en tono de comedia al pasado del personaje interpretado por Pedro Alonso
29 dic 2023 . Actualizado a las 17:04 h.Tres cosas hay en la vida, salud, dinero y amor. Y Andrés de Fonollosa, Berlín en La casa de papel, lo tiene todo, todavía, en el luminoso viaje al pasado que supone Berlín, la serie derivada del éxito planetario de Netflix y que este viernes se estrena en la plataforma. Los creadores Álex Pina y Esther Martínez Lobato han vuelto del revés al icónico psicópata interpretado por el actor gallego Pedro Alonso, pilar fundamental de la ficción original, para sacar de él un registro nuevo, más cómico y liviano, que aligere el ambiente para el espectador que busca distraerse desde el sofá. De la serie que les dio fama mundial, oscura, tensa y claustrofóbica, han destilado aquí una propuesta de colores que bebe de las grandes historias de ladrones de guante blanco con una mezcla de comedia romántica y escenas de acción.
En esta nueva serie, de ocho episodios, Berlín es un manipulador joven y vividor que reúne a una banda para cometer un gran golpe en los mejores salones de París. Sustraer 44 millones de euros en joyas históricas sin dejar huella es su objetivo.
Hablando de París, su destreza para robar sin rastro se parece más a los trucos de escapismo de Arsène Lupin que al ruidoso saqueo de La casa de papel. Entre estar encerado en la ratonera de la Fábrica de Moneda y Timbre con la policía apuntándote en la puerta y vivir la «vida en rosa» en una ciudad de postal hay un universo de distancia, por mucho que la estructura de la historia guarde paralelismo con sus orígenes. No hay comparación entre pasar los días de secuestro enfundado en un mono rojo y pasearse a pleno sol por la ciudad del amor con una chica inspirada en Jane Birkin y una banda sonora de canción francesa. Más que el intento de estirar una historia de éxito, Berlín es un reciclaje para crear una propuesta diferente. «Esta es una serie nueva en términos creativos. Renovar los estímulos y atreverse a caminar hacia lo desconocido me parece muy buena cosa», asegura Pedro Alonso sobre esta nueva faceta de un personaje que, como los espectadores conocen bien, esconde un peligro latente bajo su sonrisa.
De nuevo resucitado en un gran flashback, como ya ocurrió en La casa de papel, Berlín es el eje de esta serie, pero está rodeado de una nueva banda con la que se arma el puzle y se tejen otras tramas paralelas. De nuevo, estas se parecen a la ficción que se estrenó en Antena 3 antes de llegar a Netflix, pero con su crudeza dulcificada. Su compañero como cerebro de la operación es Tristán Ulloa, que interpreta a Damián, un catedrático filántropo y gran amigo y confidente. Michelle Jenner da vida a Keila, una eminencia en ingeniería electrónica pero poco versada en las relaciones sociales. Begoña Vargas da vida a Cameron, una joven kamikaze que vive al límite y arrastra heridas del pasado. Julio Peña Fernández encarna a Roi, el fiel discípulo de Berlín. Y Joel Sánchez interpreta a Bruce, el hombre de acción de la banda.