El neurocientífico, que ofrecerá una conferencia en A Coruña, asegura que los contaminantes cambian el sexo de los peces
08 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Luis García Segura, investigador del Instituto Ramón y Cajal del CSIC abrirá el martes las jornadas sobre El cerebro sexual que organiza el grupo Neurocom de la Universidade da Coruña con motivo de la Semana Internacional del Cerebro.
-Usted hablará sobre hormonas, sexo y cerebro, ¿es una combinación explosiva?
-No es para tanto. Lo que voy es a introducir el tema de la vinculación de las hormonas con la actuación del cerebro y con su plasticidad. El cerebro es una diana de las hormonas que afecta a nuestra conducta y al desarrollo sexual. Las hormonas sexuales tienen una gran influencia en el desarrollo sexual, que afectan al desarrollo de ciertas zonas del cerebro, de tal modo que generan diferencias sexuales en la estructura y en la función del cerebro.
-¿Entonces las hormonas tienen una gran influencia en la diferenciación sexual?
-La diferenciación sexual del cerebro es una diferenciación secundaria, esto quiere decir que no depende directamente de la información genética, sino que está modulada por las hormonas. La idea es que el desarrollo cerebral si no se modifica por las hormonas sexuales lo que va a dar lugar es a un cerebro de tipo femenino. Si la testosterona no llega al cerebro en la fase embrionaria, va a tener un desarrollo femenino.
-¿En esta diferenciación influyen otras hormonas?
-Otras hormonas que influyen mucho son las del estrés. Por ejemplo, el estrés durante el embarazo puede dar lugar a que el individuo después sea un homosexual. De hecho, hay datos en humanos que sugieren esto. Hay estudios hechos en Alemania después de la segunda Guerra Mundial que demostraban que había una mayor frecuencia de homosexualidad en los hijos de madres que soportaron un gran estrés a causa de los bombardeos.
-¿Y los contaminantes?
-También. Hay especies en las que la diferenciación sexual del cerebro está afectada por contaminantes ambientales, por sustancias estrogénicas. Hay contaminantes que actúan como si fueran hormonas y dañan las células, y esto está demostrado en peces y vertebrados inferiores.
-En la pubertad, si un adolescente tiene poca testosterona, ¿puede condicionar su orientación sexual?
-Sí. Hay como dos fases de actuación de las hormonas sexuales. La primera, en la fase de desarrollo embrionario, que lo que hace es generar la diferencia sexual. A partir de ahí tendremos un cerebro masculino o femenino. Pero luego llegamos a la pubertad, y esos circuitos cerebrales tienen que ser activados por las hormonas. Tú, por ejemplo, vas a tener un comportamiento masculino porque tienes testosterona que actúa sobre los circuitos del cerebro. El comportamiento sexual necesita ser activado por las hormonas.