Jack Kennedy, el hombre que llevó el siglo XXI a los 60

Victoria Toro. CORRESPONSAL EN NUEVA YORK

SOCIEDAD

Fue el primer presidente estadounidense, y el primer político de la historia moderna, que se preocupó por su apariencia, porque supo desde el principio que esta era un importante caudal político. Hoy lo llamaríamos olfato mediático

10 feb 2013 . Actualizado a las 18:21 h.

Este año se cumplen cincuenta del asesinato en Dallas de John Fitzgerald Kennedy. El magnicidio fue el 22 de noviembre de 1963. Durante todos estos meses hasta entonces, Estados Unidos y el mundo van a recordar al presidente más popular. Porque, además, hasta su muerte 1963 fue un año cargado de momentos emblemáticos en la presidencia de Kennedy: su visita a la Irlanda de sus ancestros, su discurso en Berlín («Ich bin ein Berliner» aquel «Yo soy berlinés» que se ha repetido después cientos de miles de veces) o sus palabras sobre la paz mundial en la American University de Washington. 1963 va a ser otra vez observado al detalle porque aquel año moría Jack Kennedy, pero nacía un mito. El estilo Kennedy, esa forma de hacer política pero también de entender la vida, la familia y la estética, al que la propia mujer de Jack Kennedy definió como Camelot, entró en la historia para siempre aquel 1963.

La importancia de la imagen

Jack Kennedy es el primer presidente moderno. Y lo es porque fue el primero que entendió la importancia que iba a tener la propia imagen en la política. Los analistas políticos aseguran que ser consciente de ello fue la razón por la que el joven Jack ganara las elecciones de 1960. El 26 de septiembre de 1960 setenta millones de estadounidenses contemplaron el primer debate presidencial televisado de su historia. Se enfrentaban el candidato republicano, que en ese momento era vicepresidente del país, Richard Nixon, y el joven aspirante demócrata, John Fitzgerald Kennedy. Nixon rechazó maquillarse. Lo que vieron los espectadores fue a un político demacrado y sudando a chorros, Nixon; y a otro guapo, atractivo, joven y aparentemente relajado, Kennedy. Los estadounidenses que vieron el debate por televisión consideraron que el ganador había sido Kennedy por un amplio margen. Los que lo siguieron por la radio consideraron que el ganador había sido Nixon. Pero fueron muchos más los que lo vieron en la televisión y el ganador de aquellas elecciones fue Kennedy.

Había nacido el estilo Kennedy

Él no lo inventó, pero él y sus hermanos, hermanas y su mujer, Jackie, consiguieron popularizar esa forma de vestir y de vivir. Kennedy fue un hombre atractivo y elegante que se preocupaba por su forma de vestir. Ese estilo tiene un nombre y ya existía antes de él, pero nadie como Jack Kennedy lo lució. Es el estilo Ivy. La palabra se refiere a la Ivy Ligue, la Liga de la Hiedra, que es como se conoce al grupo de universidades más prestigiosas de la costa este. Y, claro, a los hombres y mujeres, pero sobre todo a los hombres, que estudiaban en ellas.

El estilo Ivy muestra a hombres seguros de sí mismos, despreocupados, un punto informales pero elegantes. Con esa solera que dan la riqueza, la buena educación y la tranquilidad de saber que se pertenece a la mejor sociedad posible. Las chaquetas de dos botones son la marca de este estilo. Se ha escrito mucho sobre que Kennedy las usaba así para ocultar que llevaba un corsé por sus problemas de espalda. Pero lo cierto es que las usaba así porque ese era el estilo con el que siempre se había vestido. El corte de esas chaquetas lo hacía más elegante y, muy importante esto por primera vez, más delgado.

Sus corbatas fueron casi siempre de rayas. Y los zapatos, cuando no iba de sport, siempre Oxford con calcetines oscuros. Algunos han definido ese estilo Ivy como la posibilidad de que cualquiera pudiera pertenecer a esa, en teoría, inexistente aristocracia estadounidense. En apariencia es así, pero nada más alejado de la verdad. El look casual que lucía Kennedy se debía a su ropa hecha a medida por uno de los sastres más prestigiosos de Massachusetts, Chipp. El otro aspecto relevante del estilo Ivy es la ropa casual. Hay cientos de fotos de Jack Kennedy vestido con ropa informal o deportiva: sin corbata, con polos, pantalones de verano, zapatos náuticos sin calcetines... Eso también es el estilo Ivy, una forma de vestirse con ropa deportiva elegante que ofrece una imagen desenfada pero perfecta.

Y el otro aspecto de la imagen que Kennedy revolucionó es que no llevaba sombrero. También Jack acabó con esa convención. Aunque es cierto que fue fotografiado muchas veces con uno en la mano, nunca lo usaba y cuando lo llevaba era solo una muestra más de su brutal olfato político: no quería enfadar al poderoso gremio de los sombrereros estadounidenses.

Ellas, las chicas Kennedy

La versión femenina del estilo Ivy la protagonizan a la perfección las chicas Kennedy. Y la versión sofisticada de ese estilo es la encarnación de Jackie. Ella también se permitía aparecer en las fotografías con ropa deportiva, sin medias, con pantalones tobilleros y zapatos planos. Pero siempre perfecta, con ese aire europeo que en Estados Unidos provocó una conmoción estética y que se ha seguido imitando en todo el mundo hasta la saciedad. El estilo de todos ellos con su apariencia casual y desenfadada estuvo medido al milímetro para dar esa imagen al mundo, la de jóvenes brillantes, felices y capaces. Lo consiguieron y el mundo se enamoró de ellos y de su estilo. Y cincuenta años más tarde sigue admirándolo.