En Galicia, los servicios jurídicos de la Xunta avalan que se imponga la obligatoriedad
15 mar 2019 . Actualizado a las 18:43 h.Italia ha comenzado a prohibir la entrada en guarderías y jardines de infancia a los menores de seis años que no tengan todas las vacunas en vigor. Al menos 300 niños en Bolonia, otros 600 en Módena y 60 en Rímini han sido expulsados por no contar con las inmunizaciones obligatorias contra la varicela, la polio, el sarampión, las paperas y la rubeola. A partir de esa edad, aunque las leyes impiden vetar la asistencia a la escuela de los alumnos, el Gobierno ha comenzado también a multar con 500 euros a los padres de los alumnos que no cumplan con el calendario de vacunación.
«Sin vacunas, no hay colegio», esa es la contundente conclusión de la ministra de Sanidad Giulia Grillo, que explicaba que se ha dado suficiente margen a los padres para poner la vacunación al día. La normativa entró en vigor el lunes, una medida que supone la ejecución de la ley Lorenzin, una de las más polémicas en Italia, que el actual Gobierno criticó desde la oposición y decidió poner en marcha a su llegada al poder. La tensión política rodeó desde el principio la iniciativa, boicoteada por el líder de la ultraderechista Liga y vicepresidente del Gobierno italiano, Matteo Salvini, que se puso del lado de las familias que no vacunan a sus hijos. De hecho, esta presión obligó a retrasar un curso la medida.
Ahora, los encargados de que se cumpla serán los organismos regionales, por lo que ya se aprecian diferencias en su ejecución. En la actualidad, la tasa de vacunación en Italia es baja, ya que no alcanza el 80 %, un porcentaje muy inferior a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, que habla del 95 %. Esta entidad ha alertado recientemente de los riesgos de la corriente antivacunas que se ha extendido por varios países, provocando rebrotes de enfermedades casi extintas, como el sarampión.
GALICIA TAMBIÉN LO PROHIBIRÁ
En España, Galicia ha dado un paso adelante en la implantación de medidas para asegurar que se mantenga la tasa de vacunación. Recientemente, la Consellería de Política Social de la Xunta anunció su intención de instaurar la obligatoriedad de las vacunas para acceder a las guarderías públicas de la comunidad, una medida que afectaría a los niños de cero a tres años. Ayer, la asesoría jurídica del organismo autonómico anunció que avala que el cumplimiento del calendario de vacunación oficial sea un requisito para poder inscribir a un niño en una escuela infantil de la red pública Galiña Azul. Los servicios jurídicos recalcan que en este asunto es «prioritaria la protección de la salud de los menores», algo que reconoce el artículo 43 de la Constitución española, y consideran que «no se conculca de ningún modo la libertad ideológica, religiosa o de culto de las familias».
El informe recoge la «postura favorable» de los profesionales sanitarios, a través de la Comisión Central de Deontología de la Organización Médica Colegial y de la Red Gallega de Investigación Pediátrica; y recuerda que el objetivo es «avanzar en la concienciación de los padres sobre la necesidad de inmunizar a sus hijos ante posibles contagios, velando por el bien común de los menores».